sábado, 1 de octubre de 2011

Sábado, 1 de octubre de 2011

Sábado, 1 de octubre de 2011: (Santa Teresa de Lisieux)

Santa Teresa dijo: “Hijo mío, me alegra hablar contigo de nuevo, y puedes invitarme en cualquier momento para ayudarte. En la visión, estoy señalando a Jesús en el tabernáculo. Como vienes a Jesús a través de nuestra Santísima Madre, yo también puedo conducirte a Jesús a través de mi intercesión. Has estado utilizando muy bien tu tiempo de oración, ya que ves la necesidad de estar cerca de Jesús. Conoces mi Pequeño Camino de hacer las cosas, así que te estoy dando algunos consejos espirituales para ayudarte a lidiar con las pruebas de la vida. Cuando te comunicas con tu esposa y otros, trata de no ser tan exigente ni dejar que las dificultades te perturben, como al conseguir tus billetes de avión. Necesitas ser un ejemplo del amor de Jesús, así que habla con calma y amor a todos para no perturbar su día tampoco. Mira todo lo que haces como algo para ofrecer a Jesús, y no dejes que nada perturbe tu paz. Estás haciendo una buena misión para Jesús, pero podrías mejorar tu perfección más poniendo más amor en todo lo que haces. Sé paciente con todos porque pueden estar tratando de ser pacientes contigo. Aprende de tus errores para que puedas crecer en tu fe. Gracias por amarme y pensar en mí en mi fiesta. Puedes rezar tus novenas a través de mí para todas tus necesidades.”

Jesús dijo: “Mi pueblo, te he dicho en mensajes anteriores cómo Mis ángeles podrían conducirte a cuevas para protección. Incluso podrían tallarlas en tierra o roca, y tendrán iluminación y ventilación para el aire en la cueva. No pienses que Mis cuevas serán refugios de segunda categoría porque todavía tendrán comida, agua y Comunión todos los días. Cruces luminosas se verán sobre tu cabeza, y habrá manantiales de agua dulce. Puede que necesites ropa más abrigada, y tus tiendas serían útiles para mantenerte caliente y seco. Recuerda que hay muchas cuentas en la Biblia que hablan de cuevas para protección. Elías fue protegido en una cueva en el Monte Carmelo, y yo nací en una cueva en Belén. También viví en una cueva en Egipto mientras estaba protegido de Herodes. Pudiste visitar estos lugares para verificar estas cuentas. Así que confía en Mí que tus ángeles te conducirán al lugar de refugio más cercano durante la tribulación.”