domingo, 3 de enero de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis queridos hijos, de nuevo os invito al comienzo de este nuevo año a crecer en el verdadero amor a Dios, a Mí, y también en el celo que es fruto del amor por la salvación de vuestros hermanos y hermanas.

«No podéis continuar en el mismo grado de amor que habéis tenido hasta ahora por Dios, por Mí. Estáis llamados a una gran santidad y una gran santidad requiere un gran amor.

Sólo los que han amado mucho a Dios y a Mí han sido grandes santos. Por tanto, debéis crecer verdaderamente cada vez más en los grados del verdadero amor a Dios y a Mí, para que alcancéis esa santidad extrema que he venido a buscar Aquí y que os he pedido desde Mi primer Mensaje Aquí y a la que os he llamado.

Esta gran santidad sólo te será posible si amas mucho, mucho a Dios y a Mí. ¿Cómo puedes saber si amas mucho a Dios y a Mí?

Si eres capaz de hacer sacrificios por Dios y por Mí, entonces Me amas de verdad.

Si eres capaz de renunciar a tu voluntad, a tus opiniones para hacer la voluntad del Señor y la mía, entonces Nos amas de verdad.

Si eres capaz de preferir a Dios y de preferirme a Mí por encima de las criaturas, entonces Nos amas de verdad.

Si realmente eres capaz de dejarlo todo y renunciar a todas las cosas mundanas por amor a Dios y a Mí, entonces verdaderamente Me amas y amas a Mi Hijo.

Si de verdad prefieres lo que es mejor para el Señor, lo que es mejor para Mí en lugar de lo que es mejor para ti y más cómodo y agradable para ti. Entonces verdaderamente amas al Señor y Me amas a Mí más que a ti mismo.

Debes crecer en ese amor y si aún no lo tienes, debes buscarlo, debes pedirlo, debes desearlo con todas las fuerzas de tu voluntad. Este Amor es Mi Llama de Amor, que sólo se dará a aquellos que lo deseen con toda la fuerza de su voluntad y de su corazón.

El verdadero amor se manifestará en las obras de amor que cada uno realice. Cuando cada uno sea capaz de sacrificarse completamente por Dios y por Mí, entonces verdaderamente mi amor estará en él, nuestro amor estará en él y vivirá en él.

El verdadero amor te llevará a las lágrimas cuando pienses en Mi Amor y en el Amor de Dios. El verdadero amor te llevará a las lágrimas al pensar en el dolor del Señor y en Mi dolor por haber perdido a tantos de Mis hijos sin tener a nadie que Me ayudara a salvarlos.

El verdadero amor te llevará a dejar a un lado tu voluntad, la voluntad de tu carne y lo que crees que es más delicioso para ti. A abrazar lo que es mejor para Dios, lo que Me trae más alegría y lo que hace más bien a la salvación de las almas, aunque os cueste trabajo, sacrificio, cansancio, dolor y sufrimiento.

Entonces, hijos Míos, seréis como Yo, tendréis el amor que Yo tenía ardiendo en Mi Corazón por el Señor y por la salvación de las almas, la caridad perfecta. Y este Amor os transformará entonces en semejanza viva de Mí mismo, se parecerá a Mí. Y os hará tan semejantes a Mí, que quienes os miren, quienes os hablen, sentirán Mi presencia en vosotros, Mi Amor en vosotros, sentirán Mi afecto en vosotros y sentirán Mi paz en vosotros.

Entonces Mis hijos sentirán la dulzura de Mi Amor, comprenderán la belleza de Mi Amor, se enamorarán de Mí, y Yo les conduciré a la completa conversión y salvación que Dios y Yo deseamos para todos Nuestros hijos.

Crece cada vez más en el amor verdadero, procurando ejercitarte cada día más en la renuncia a tu voluntad, a la voluntad de tu carne. Creced cada vez más en el amor perfecto a Dios y a Mí, que os llevará verdaderamente a ser aquellas almas que más han amado a Dios y que más Me han amado a Mí en toda la humanidad.

Continuad rezando cada día Mi Rosario y todas las oraciones que os he dado, para que Yo haga crecer cada vez más Mi Llama de Amor en vuestros corazones y nunca el mundo, el demonio y vosotros mismos podáis apagarla en vuestros corazones.

A todos bendigo con Amor desde Lourdes, Fátima, Akita y Jacari».