Mensajes a los Hijos de la Renovación, EEUU
domingo, 14 de febrero de 2016
Capilla de la Adoración

Hola, Jesús siempre presente en el Santísimo Sacramento. Te amo, Te alabo y Te adoro. Oh, Jesús, amo Tu adorable y santa Voluntad. Gracias por Tu amor a la humanidad, que es tan profundo y vasto que apenas podías contenerlo mientras caminabas por la tierra. Tu amor y Tu misericordia sólo podían contenerse en Tu corazón humano a causa de Tu divinidad. O, al menos, esto es lo que yo pienso, porque Tu amor es tan grande que no veo cómo ningún ser humano podría contenerlo sin tener la plenitud de la perfección que proviene de Tu divinidad. Jesús, por favor, dame un poco de este amor, para que pueda amarte más. Necesito Tu amor y Tu gracia para devolverte como es debido el amor que Tú mereces. No puedo amar por mí mismo, así que Tú debes amar a través de mí. Te lo pido con valentía, porque sé que Tú me amas, y por Tu infinita misericordia y amor Tú quieres que la humanidad ame a nuestro Creador. Por eso me atrevo a hacerte esta petición. Confío en que lo harás por Tu bondad y misericordia.
Jesús, esta semana es la semana de la operación de (nombre oculto). Acompáñale, Jesús. Dale gracias, Señor, por confiar en Ti. Concédele Tu paz y Tu amor. Guía, Señor, las manos del cirujano y que se produzca el mejor resultado posible. Jesús, por favor, obra en y a través de (nombre oculto) y de nuestra familia para que demos testimonio de Ti con cada persona con la que nos encontremos, incluidos todos los trabajadores sanitarios y otros pacientes y sus familiares. Que esta situación nos brinde la oportunidad de ser Tus testigos y dar gloria a Ti y a Tu Reino. Ayúdanos a ser pequeñas luces para el mundo, según nuestro Jesús que es la Luz del mundo. Te alabamos por cada oportunidad que nos brindas, Señor, de mostrar Tu amor a los demás. Bendice a (nombre oculto) Jesús. Dale gracias de curación, luz y amor. Dale todo lo que necesita, Señor. Rezo por la curación de (nombre oculto). Cúralos, dulce Jesús como sólo Tú puedes hacer. Que se haga Tu santa, adorable y preciosa Voluntad. Jesús, gracias por cada situación que ocurre en mi vida y que parece difícil, pues sólo son oportunidades para que mi alma crezca en confianza, fe y plena dependencia de Ti. Jesús, lo que el hombre pretende para mal, Tú lo pretendes para nuestro bien. Te doy gracias por haberme quitado mi carrera para darme un bien mucho mayor. Gloria y alabanza a Ti, mi Señor Jesucristo.
Jesús, gracias por mi marido, a quien amo entrañablemente. Es un regalo tuyo, Jesús, y te doy las gracias. Gracias por mi familia, por mis hijos y mis nietos. Gracias por mis amigos. Me has bendecido con más de lo que merezco, pero sólo porque Tú eres tan grande y estás lleno de amor. Corrección; Tú eres amor. Gracias, amor. ¡Te amo, Jesús! Ayúdame a amarte más. Por favor, cura a mis amigos y a sus familiares. Tú conoces a cada uno por su nombre, Jesús, así que te los entregaré a Ti y te pediré gracias de conversión, gracias de santidad, gracias de curación y gracias de amor para cada uno. Todos son Tuyos, Jesús y Te alabo y Te doy gracias por ellos. Te pido especialmente por los que todavía no han llegado a conocerte y amarte. Derrama Tu misericordia sobre estas pobres almas, Jesús. Derrama gracias sobre sus almas para que se abran a Ti y a Tu amor. Sálvalas, Jesús. No permitas que continúen ni un día más sin el amor de su Salvador escrito en sus corazones, impreso en sus mentes y sellado en sus labios. Que todo lo creado se llene de Tu gracia y misericordia, Jesús. Por favor, Señor. El mundo no puede sobrevivir sin Ti. Por favor, ven a reinar en los corazones de Tus hijos, Jesús. Que venga el Reino de Dios y se haga Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo.
Jesús, gracias por la enseñanza de la Voluntad Divina, Tu Voluntad. Te ruego que me enseñes sobre esto y Te doy gracias por Tu hermosa hija y sierva, Luisa, que tan devotamente escribió todo lo que pudo para ayudar a las almas como yo a aprender más sobre Tu Voluntad. Jesús, por favor, envía Tu Espíritu Santo a mí para que cuando empiece a leer sobre esto de Tus palabras a Louisa, lo comprenda. He oído decir que es difícil de comprender, pero como soy pequeña y no tengo el intelecto que tienen tantos otros, sé que Tú me ayudarás. Si no estuviera destinado a comprender, creo que no me habría enterado, pues como Tú has dicho muchas veces, no preparas a Tus hijos para el fracaso. Así que, ven Espíritu Santo y lléname de gracias para comprender esta nueva forma de aprender y conocer Tu Divina Voluntad. Gracias por otro gran regalo, Jesús, que das gratuitamente al mundo, como si no fuera suficiente que ya vinieras como hombre, sufrieras y murieras por nosotros, pero por Tu gran amor continúas derramando Tu Espíritu sobre la humanidad y dándonos a Ti mismo en la Santa Comunión. Haces un regalo más al mundo en el don del conocimiento de Tu Divina Voluntad.
Jesús, que Tu Divina Voluntad llegue a reinar en el mundo tan pronto como Tú quieras que suceda; y ¿puedo pedir que sea pronto? ¡Ven, Señor Jesús, ven! (por favor)
«Hija Mía, os doy las gracias a ti y a Mi hijo por estar hoy aquí Conmigo en este día de la Fiesta de San Valentín. Mucha gente se centra hoy en sí misma, en vez de en lo que Mi hijo Valentín sufrió y dio al mundo con su vida y su martirio. Este es un día para reflexionar sobre lo que es el verdadero amor. Me amó tanto que dio su vida por Mí, por sus feligreses y por la Iglesia. Éste es el amor que deseo que tengan Mis hijos y esto es lo que debería estar en los corazones y las mentes de Mi pueblo en este día reservado para honrar a San Valentín. Sí, hijos Míos que no comprendéis el papel de Mis santos, Yo permito y animo a Mis hijos a honrar a Mis santos, pues al hacerlo me estáis dando honor y gloria a Mí, que hago santos. Hijos míos, los santos son personas como vosotros, que aunque también eran pecadores, aprendieron a amar heroicamente. Tanto Me amaron que Me emularon entregando su vida por Mí. Incluso los que no fueron martirizados, entregaron su vida por Mí de forma espiritual, para que Yo pudiera vivir en ellos y a través de ellos. Los santos son tus hermanos y hermanas mayores en Mí, Cristo. Ama a tus hermanos y hermanas. Aprende de ellos. Lee sobre sus vidas y sobre sus misiones y servicio. Al hacerlo, empezarás a comprender que llamo a cada uno de Mis hijos a vivir vidas de virtud. A vivir su vida total y completamente para Mí. Lo hacéis mejor siendo fieles a vuestra vocación y sirviéndome a través de vuestros seres queridos, familiares y amigos. Seguidme, hijos Míos. Caminad Conmigo. Aprended de Mí, por amor. Esto es muy sencillo y, sin embargo, es lo que os pido. Frecuentad los Sacramentos y Yo os concederé gracia, misericordia y confianza, en vosotros y a través de vosotros. Juntos cambiaremos el mundo».
«Tengo la intención de hacer realidad este Reino de Mi Voluntad en la tierra, tal como lo has pedido, hija Mía. Será así porque Yo también recé esto durante Mi misión terrenal, y desde que enseñé a Mis Apóstoles esta oración, (El Padre Nuestro) la Iglesia ha estado rezando Mi petición desde entonces. Yo soy la Palabra de Dios, y así se hará. Mi Reino vendrá a la tierra como al Cielo; el Reino de Mi Padre y Mi Reino, porque Nosotros somos uno».
Alabado seas, Jesucristo, Hijo del Dios Altísimo. Alabado seas, Mi Señor y Salvador. Que venga pronto Tu Reino, Jesús. Señor, este tiempo de transición es ciertamente difícil. Por favor, ayúdanos a hacer Tu Voluntad durante este tiempo de transición tan difícil. Jesús, mi corazón está lleno de alegría y, sin embargo, en mi alma siento que las cosas empeorarán antes de mejorar. Parece como si la oscuridad cubriera toda la tierra y, sin embargo, no debe ser así porque Tú eres nuestro Dios y Tú tienes el control. Jesús, cómo vamos a estar con esta alegría y amor de Tu Espíritu Santo, y con la oscuridad y las tormentas azotando a nuestro alrededor. Siento como si debiera estar de luto y, sin embargo, hoy tengo ganas de bailar de alegría. Esta alegría viene de Ti, Jesús, y sé que es Tu alegría. Gracias por este don, Señor. Gracias por Tu Santa Voluntad que ama a todas las personas y concede una misericordia infinita a los que trabajamos en este valle de lágrimas. Gracias por Tu infinita bondad, Jesús mío, amado mío.
«Corderito mío, amo tu pureza de corazón. Amo tu deseo de amarme, pues Yo puse este deseo en ti y también avivo las pequeñas brasas que brillan en tu pequeño corazón. Pronto, soplaré Mi aliento de amor sobre estas pequeñas brasas y las avivaré hasta que todas sean una llamarada. Este amor crecerá en ti hasta que se convierta en el cumplimiento de la oración que te ordené rezar; la petición de amar heroicamente. Esta gracia de amar, por la que has estado rezando desde que te la pedí, te será concedida y, de hecho, te ha sido concedida en la medida en que podías recibirla. Con cada concesión de tu petición se te ha dado una pequeña porción, hija Mía, y cada vez tu alma ha crecido un poco. Poco a poco ha crecido de modo que con cada gracia subsiguiente dispensada tu alma era capaz de recibir el don dado y de utilizarlo aún más. Cada vez que pediste esta gracia de amar heroicamente, Tu Jesús respondió a tu oración y con cada oración respondida las gracias de amar arraigan más profundamente en tu alma. Hija mía, igual que una semilla plantada al principio de la primavera crece bajo tierra, arraigando profundamente en el suelo; es imperceptible para el que la plantó, así son también las gracias dadas por Dios a Sus hijos. Se necesita tiempo para que arraiguen en tu alma, pues Yo debo labrar la tierra de tu corazón. La abono, a veces con alegría, a veces con la riqueza del sufrimiento. A menudo se riega con tus propias lágrimas o con las lágrimas de los que te aman. Si no es a través de ellas, entonces a través de las oraciones y súplicas de tu Ángel de la Guarda que tanto te ama, y de este modo, la semilla/las gracias comienzan a echar raíces. Una vez que estén bien arraigadas, entonces y sólo entonces comenzarán a brotar. Estas gracias brotan de acuerdo con Mi voluntad y cuando el alma está bien dispuesta. Verás, hija Mía, cada alma es única y tiene distintos grados de tierra. Las almas de algunas personas tienen un suelo muy fértil. Otras tienen almas de barro, y Yo debo trabajar su alma con paciencia y con ternura, pero también con firmeza, añadiendo justo lo necesario para que la «tierra» de esa alma se vuelva fértil. Cuanto más dura es la tierra, más tiempo lleva, pero Yo soy un maestro paciente y cuido de cada uno de Mis hijos según su necesidad. Cuando otros rezan por esas almas que tienen el corazón endurecido, la tierra es más fácil de preparar. Cuantas más personas recen, más rápida será la primavera y más pronto llegará la cosecha».
«Rezad, hijos míos, rezad. Las oraciones también ayudan a vuestras propias almas, pues cuando oráis por los demás, estáis abriendo vuestros corazones para amar como Yo amo. Así que ya veis, Hijos Míos de la Luz, Yo también soy como un labrador, como también soy el Buen Pastor. Mi Espíritu labra la tierra de vuestros corazones preparándoos para más y más gracias que se dispensan generosamente desde el Cielo. El tiempo en que vivís ahora, aunque lleno de tinieblas, es también un tiempo de gran gracia, pues se están enviando dones del Padre al mundo como nunca antes. Repito, como nunca antes. Esto se debe a que, el cumplimiento de lo que hice por la salvación está llegando a buen término y pronto será más completo a medida que el don de Mi Divina Voluntad comience a vivirse en el mundo que Mi Padre creó.»
Jesús, ¿qué es lo que quieres de nosotros ahora, en este momento tan importante de la historia de la creación? ¿Qué quieres de nosotros, Tus hijos?
«Lo que quiero es lo que ya se os ha revelado a través de Mi santa Iglesia. Lo que deseo es que Mis hijos se tomen en serio los Sacramentos y, en concreto, Mis Evangelios. Vividme en el mundo. Sed amor y misericordia con todos los que ponga en vuestro camino. Ved las cosas desde una perspectiva celestial y tolerad, no incluso amad, las pequeñas molestias de la vida, pues al hacerlo os haréis santos. Amaos los unos a los otros. Sed pacientes los unos con los otros. Amar significa sacrificarse y soportarse unos a otros con amor, pues Yo soy amor. Sed como Yo. Amaos los unos a los otros. Primero debéis amar a Dios para poder amar como Yo amo, por eso debéis rezarme. Hablad Conmigo, hijos Míos, como lo hacéis con vuestros amigos. Soy manso y suave y fácil de abordar porque os amo. Lo sé todo sobre vosotros. Sí, todo y, sin embargo, os amo tal como sois. Hablad Conmigo, hijos Míos, de todo por lo que estáis pasando. Contadme vuestros miedos, vuestros sufrimientos, vuestros dolores, vuestras alegrías. Entregádmelo todo, pues ya lo he asumido durante Mi Pasión, pero debéis liberarme de estas cargas por vuestra propia voluntad. Libremente os he amado y os pido que Me améis a cambio. Esto es todo lo que os pido, hijitos Míos. Es todo lo que necesito. Sí, el Dios del universo, que os hizo de la nada, necesita vuestro amor, pues ésta es Mi Voluntad. Mi Voluntad está plantada en vosotros desde vuestra concepción y es lo que os hace Míos. Es Mi pequeña semilla de anhelo dentro de ti la que te da el deseo de buscarme y de encontrarme. He hecho que este sello en tu corazón sea muy pequeño para darte poder, pero no para sobrepasarte. Tu voluntad, también regalo Mío, es mucho mayor ahora desde la caída de Adán y por eso debes disciplinar tus voluntades o seguirán eclipsando la pequeña semilla de la Voluntad Divina. Por eso, rezad para que Mi Voluntad crezca en vosotros, como rezó San Juan Bautista. Él rezaba para que disminuyera a fin de que Yo aumentara. Esto tiene muchos significados, Hijos Míos de la Luz. Uno de ellos es que Mi Voluntad aumente en vosotros a medida que vuestra voluntad disminuye. Este acto de buscar libremente Mi Voluntad no os impide, hijos Míos, sino que hace lo contrario. Cuando se hace Mi Voluntad en un alma, ésta se libera. Es entonces cuando seréis verdaderamente libres. Cuando se vive completamente en Mi Voluntad, y cuando Mi Voluntad consume a las almas santas, el alma se libera del pecado y se abre completamente a Mi amor. Mi amor se instala en el alma de Mi Voluntad y arde como una llama para que todos lo vean. Todos verán, no por la gloria del alma de Mi Voluntad, sino por Mi gloria. Porque cuando Mi gloria resplandece en estas pequeñas almas santas, las gracias se derraman como una dulce fragancia que impregna el ambiente. El alma llena de Mí y de Mi Voluntad es atractiva para los demás, porque ven algo de Mí en tales almas. Incluso aquellos que no Me conocen, pero que Me buscan, se sentirán atraídos por las almas santas y es entonces, cuando están en presencia de tales almas, cuando reciben multitud de gracias. El alma santa que alberga la Divina Voluntad de Dios contiene gracias como un recipiente contiene agua. Del mismo modo que la gente acudió a Mí en busca de agua viva, también acudirán a las almas santas en busca de esta agua viva que sólo Yo puedo dar. Estudia la vida de los santos y lo comprobarás. Lee sobre santos como San Padre Pío, San Luis de Montfort, San Juan Vianney y la Beata Madre Teresa. Observa cuántas almas acudieron, sólo para estar en su presencia, pues fueron y son vasos e instrumentos para Mí. Poseían virtudes heroicas, hijos Míos, que es un espejo de Dios».
«¿Veis, Hijos Míos de la Luz, cuán importante es crecer en santidad? La evangelización que tan desesperadamente necesita el mundo depende de vuestro crecimiento en santidad. ¿Cómo podéis alcanzar este nivel de santidad, os preguntaréis? No puedes hacerlo por ti mismo, sino que debes pedírmelo a Mí. Pídeme un aumento de santidad y será tuyo. Recuerda que debes pedírmelo todos los días mientras vivas, pues, como le he explicado a Mi ovejita, este crecimiento requiere tiempo. No debes centrarte en el crecimiento o en la falta de crecimiento, pues eso es asunto Mío. Lo tuyo es sólo buscar y pedir y dejarme a Mí el resto. Yo te daré lo que necesites, y será único para cada persona».
«Así pues, empezad a hacerlo, hijos Míos. Debéis crecer, crecer y crecer para tener la capacidad de amar como Yo amo. Pero no os preocupéis, porque Yo os ayudaré. Pedid ayuda y guía a Mi Santísima Madre María. Ella te ayudará mientras caminas Conmigo. Ella te tomará de la mano y te ayudará a seguir a Jesús. Ella conoce el camino, pues lo recorrió primero como Mi primera discípula. Recorrió Su camino en la vida con perfección, aunque tuvo que soportar muchas pruebas, sufrimientos y grandes penas. Ella es una Madre amable y gentil y no rechazará a Sus hijos que le pidan ayuda. Acude a Ella siempre que la necesites y siempre que no la necesites, porque Ella es una maestra perfecta que una vez fue una alumna perfecta. No hay nada que hayas experimentado o vayas a experimentar en la vida que Ella no haya experimentado, salvo el pecado. Aunque Ella nunca pecó, Su corazón es muy compasivo con los pecadores. Estuvo rodeada de pecadores, sobre todo cuando Me siguió durante Mi ministerio. A menudo, las almas en pecado tenían miedo de acercarse a Mí directamente, pero no temían a Mi dulce, mansa y suave Madre. Sí, Mi Madre purísima tiene mucha misericordia con los pecadores, así que no temáis acercaros a la Madre de Dios, pobres hijos Míos que estáis sumidos en el pecado, porque Ella es también la Madre de Misericordia. Ella os ayudará a desempolvar vuestras ropas sucias y a estar más presentables ante Vuestro Salvador, si esto es lo que sentís que necesitáis. No temas acercarte a Mí, pues anhelo abrazarte, pero si temes acercarte a Mí, no dudes ni un segundo en acercarte a Mi dulce Madre María, pues Ella también es tu Madre. Ella llora lágrimas de dolor por Sus hijos y llora lágrimas de alegría cuando venís en busca de Su ayuda, hijos Míos perdidos. Venid, volved a Mí. Habrá gran regocijo en el Cielo cuando vengáis a Mí. Yo os amo. Todo el Cielo reza por vosotros. No temáis a Dios. Teme sólo a la vida sin Dios. Te amo y sólo quiero lo mejor para ti. Tu herencia de alegría y amor te espera, pero debes venir a Mí con el deseo de Mi perdón. Sólo pedidlo y Mi misericordia será vuestra. Os amo, hijos Míos. Os amo».
Gracias, Jesús de amor y misericordia. No hay otras palabras para expresar mi amor y mi gratitud hacia Ti por Tu amor. Tú eres todo amor. Todo amor eres Tú. Tú eres todo misericordia. Toda misericordia eres Tú. Gracias gran Dios por Tu bondad. Te amo, mi Señor y mi Dios. Haz que mi corazón sea una llama de amor puro por Ti, mi amado que también es mi Dios. Me entrego completamente a Ti. Úsame como Tú quieras.
«Gracias, Mi querida hija. Ahora debes irte, pero no estés triste, pues Yo voy contigo. Estaré contigo y con tu familia esta semana. Por favor, asegúrale a Mi hijo (nombre oculto) que estaré con él y que entraré en quirófano con él. Me ocuparé de todo. Está bajo Mis cuidados y bajo Mis ojos vigilantes. Todo irá bien. Aguanta un poco más este pequeño sufrimiento, hijo mío, porque estás siendo purificado como el oro. Todo irá bien. Continúa rezando y confiando en Mí, tu Jesús. Todo irá bien».
«Hija mía, hijo mío, id en Mi paz y en Mi amor. Os bendigo en nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en nombre de Mi Espíritu Santo».
Gracias, Jesús mío. Señor, olvidé pedirte algo que (nombre oculto) quería que te pidiera.
«Sí, hija mía. Puedes preguntar».
Gracias, Jesús mío. Le dieron una información que le gustaría que Tú confirmaras. Le parecía inquietante, Jesús. Creo que quería saber si era verdad o quizá sólo quería saber si podía compartirla. Ahora no estoy segura, Jesús, pero Tú lo sabes. ¿Qué dices a esto, Jesús?
«Hija mía, no es Mi Voluntad que Mis hijos sean perturbados. Es Mi Voluntad que confíen en Mí. Yo me ocuparé de todo. Sí, vendrán tormentas. El Tiempo de las Grandes Pruebas está sobre vosotros y pronto veréis crecer el mal y en un momento dado se desatará. Todo parecerá perdido, pero Mis hijos sabrán lo contrario, pues Yo soy Dios y tengo el control. Se permitirá este tiempo, para que aquellos que están llenos de orgullo, vean su frágil humanidad y clamen a Dios pidiendo ayuda. Es por estas almas, que de otro modo estarían perdidas, por lo que permitiré el Tiempo de las Grandes Pruebas. Este tiempo también servirá para purificar aún más a Mi pequeño, pero santo remanente, Mi Iglesia, pues durante este tiempo se pondrá a prueba la fe. Aquellos que Me sigan atravesarán este tiempo brillando como el sol con la gloria de Dios. Algunos de los más grandes santos de la historia de la Iglesia serán de Mis Hijos de la Luz de estos días. Sí, tal es la misericordia de Dios. El Tiempo de las Grandes Pruebas dará paso al Tiempo de la Renovación y a la Era de Paz».
«Estáis en la gran transición entre la era actual o Era de la Desobediencia y la Era de la Obediencia a Mi Voluntad, pues en la Era de la Paz Mi Voluntad, la Voluntad Divina, reinará en los corazones de la humanidad. Por eso, hijos Míos, será la Era de la Paz. Por tanto, no os inquietéis por las tempestades que se desencadenan a vuestro alrededor, ni siquiera cuando el viento rasgue vuestras vestiduras, pues Yo soy Quien calma las tempestades. Miradme a Mí, Hijos Míos de la Luz. Mirad a la luz que dispersa las tinieblas. Siempre encontraréis Mi luz por muy oscuro que parezca. Mi (nombre oculto), sé que tu corazón está apesadumbrado. No puedo liberarte del acuerdo que tienes con tu amiga, pues es entre vosotras dos. Sólo ella puede aceptar liberarte. Si no aceptaste voluntariamente, habla con ella. Si estuviste de acuerdo, aún puedes pedirle que te libere. Pide a Mi Madre que te ayude, pues Ella es la «Desatadora de Nudos». Es sabio acudir a la fuente cuando hay tales dificultades, pero reza primero para que te vaya bien y conforme a Mi Voluntad. No es Mi Voluntad que estéis sobrecargados indebidamente. Compartí Mis penas y temores más profundos con Mis amigos, y Me rodeé de amigos leales, que aunque abandonaron su lealtad por miedo, pronto volvieron y se convirtieron en los más leales de los amigos, Mis Apóstoles (excepto uno, pero siempre hay uno.... sonriendo tristemente). Hija mía, debes darme esta carga, pues no te la doy Yo. Te amo y te bendigo, Mi leal (nombre oculto), Mi pequeña escriba. Oh, cómo te amo. Quédate en paz, hija Mía, Mi buena hija. Yo soy tuyo y tú eres Mía».
«Ahora, hija Mía, debes partir mientras el tiempo empeora. Yo te guiaré en tu viaje a casa, pero vete deprisa».
Sí, Jesús. ¡Gracias, Jesús mío! Te amo.
«Y yo te amo a ti».
Origen: ➥ www.childrenoftherenewal.com
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