Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
viernes, 12 de febrero de 2016
¡Sin ti, este mundo se habría perdido hace mucho tiempo!
- Mensaje nº 1124 -

Hija mía. Mi querido hijo. Aquí estás. Por favor, di hoy a Nuestros fieles hijos que Nosotros les amamos. Nuestro amor por ellos es infinito, es profundo y es íntimo, os cura y os conduce, amados hijos, hacia Mi Hijo y os elevará. Así que perseverad, amados hijos, porque el tiempo del regreso de Mi Hijo está cerca, y pronto todo se cumplirá.
No dejéis de rezar, hijos Míos, pues es a través de vuestra oración más ferviente como se detienen tantos males y el Padre retiene Su mano castigadora. Es a través de todas vuestras oraciones que tantas almas perdidas en todo el mundo encuentran a Mi Hijo y se arrepienten, ¡y es a través de vuestros sacrificios, vuestra expiación y toda vuestra constancia que este mundo en el que vivís sigue siendo como es!
Hijos Míos, hijos Míos tan amados por Mí, ¡si pudierais ver cuánto bien hace vuestra oración, vuestra renuncia y vuestra devoción!
Dios Padre os mira a vosotros y a Su creación con una mirada amorosa y llena de lágrimas. Son lágrimas de amor que reflejan, por así decirlo, Su tristeza a la vez que Su alegría, alegría por Sus hijos fieles y obedientes y tristeza por los que pisotean Su creación, no honran a Su Hijo y por tanta maldad y apostasía y paganismo.
Seguid rezando, amados hijos, vosotros que sois fieles y devotos de Jesús, porque vuestra oración está obrando los milagros de este tiempo, vuestra oración está deteniendo la mano regañona y castigadora del Padre, vuestra oración está sanando almas y conduciéndolas a Jesús, es fuerte, es poderosa y es protección contra todos los males que aún se planean.
Rezad, hijos Míos, porque detenéis las acciones más malvadas y «ablandáis» el corazón del Padre que sufre por la frialdad y la apostasía de vuestro mundo actual, le llena de amor y calor que irradian de vosotros, y le templa a Él, que es el verdadero amor. Sin vosotros, este mundo se habría perdido hace mucho tiempo, y la ira del Padre habría caído sobre la tierra y sus habitantes hace mucho tiempo.
Rezad, hijos Míos, porque sois como bálsamo para las heridas del Señor, que derrama Su misericordia sobre el mundo entero y mediante vuestra oración, devoción, sacrificio y expiación atrae hacia Sí a numerosas, incluso incontables almas, para que no se pierdan (en la batalla final del fin). Amén.
Con profundo amor, Nos inclinamos hoy ante vosotros con gratitud, pues sois los pilares de luz sobre los que se construirá el Nuevo Reino. Amén.
Te amo, tu Madre del Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención, Amén.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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