viernes, 22 de febrero de 2013

Estás viviendo en los tiempos finales.

- Mensaje No. 39 -

Hijo mío. Querido hijo mío. Tú y muchos de vosotros no podéis formaros una imagen de lo que realmente está sucediendo en vuestro mundo hoy en día. Vuestra imaginación no es suficiente para ello. Los que son puros de corazón no saben de lo que es capaz un "corazón malvado", un alma contaminada por Satanás. Está más allá de vuestra comprensión, y eso está bien.

Rezad, queridos hijos míos. Seguidores del culto satánico se han infiltrado en el Vaticano. Una y otra vez el diablo ha intentado intrigar allí mismo, en el "Lugar Santísimo". Hasta ahora no lo ha logrado. Con la renuncia de Nuestro amado y verdadero Hijo, el Papa Benedicto, esta silla queda vacante, y Satanás ya ha elegido un "ocupante" para esta Santa Sede. Es un hombre malvado, completamente contaminado por la adoración de Satanás y la sed de poder. Junto con el Anticristo, entonces comenzará a dominar y querrá controlar vuestro mundo. Estad seguros de que solo tendrá éxito hasta cierto punto.

¿Cómo es posible que un papa anticristo ocupe la Santa Sede, preguntas. Hijo mío.

Hijos míos. Ayer ya os dije que el Vaticano está infestado. Por escoria me refiero precisamente a estos adoradores de Satanás, y son muchos los que se han infiltrado en el Vaticano y han alcanzado y ocupan los puestos/cargos más altos, así que precisamente estos "falsos" cristianos, o más bien "falsos" dignatarios están haciendo posible que uno de su especie tome asiento en la Santa Sede. Así que ahora, antes de que el plan del adversario pueda llegar a su fin, Mi Hijo, Jesucristo, vendrá a vosotros desde el cielo.

Hijos míos. Queridos hijos míos. Estás viviendo en los tiempos finales. Debéis ser conscientes de ello. Por eso venimos a tantos de vosotros y os advertimos. Os estamos preparando para lo que está por venir. Hijos míos. Queridos hijos míos. Vuestro mundo, tal como es hoy, perecerá. Despertad, queridos hijos míos. Jesús vendrá a salvaros. Pero solo aquellos que lo confiesen serán salvados. Todos aquellos que no lo hagan caerán en la condenación eterna, es decir, serán atormentados por el diablo para siempre. ¿Es esto lo que queréis, queridos hijos míos? ¿Perder vuestra vida eterna en el paraíso por un poco de dinero y poder? Despertad. Abrid los ojos y los oídos y escuchad vuestro corazón! Lo que os estáis haciendo aquí en la tierra no es nada comparado con lo que el diablo os hará una vez que os hayáis perdido para Mi Hijo.

Queridos hijos míos. No os hagáis esto a vosotros mismos. Decid NO al mal y venid a Jesús. Cada uno de vosotros será bienvenido, y cada uno de vosotros tendrá permitido descansar y ser acogido en los brazos de Mi Hijo. Realmente no importa si habéis pecado y cuánto habéis pecado. Esto es lo que os decimos una y otra vez. Arrepentíos, confesaos y haced penitencia. ¡Sois amados! Amados por Jesús y Dios Padre! Os ayudamos a seguir el camino correcto tan pronto como nos dais vuestro SÍ. UN SÍ que debéis repetir todos los días, porque los "ataques" de Satanás a todos los hijos de los hombres ahora se volverán más y más fuertes. Su ejército está listo para robar tantas almas como sea posible, no para vosotros, sino para el cumplimiento de sus malvadas intenciones, en las que vosotros sois solo víctimas. Desafortunadamente, muchos de vosotros lo entenderéis solo cuando estéis a punto de ser arrojados al infierno de Satanás. Entonces será demasiado tarde. Solo veréis el infierno cuando hayáis decidido contra Mi Hijo, el día de la decisión final. Ese puede ser vuestra muerte física, es decir, la muerte de vuestro cuerpo aquí en la tierra. Pero también puede ser el fin de vuestro tiempo en la tierra tal como lo conocéis ahora. Es importante que decidáis por Jesús. Cuanto antes lo hagáis, más fácil y menos doloroso será para vosotros. Quien sea fiel a Mi Hijo cosechará los frutos prometidos por Dios. Quien decida por el poder del mal perecerá, - y prestad atención, queridos hijos míos, si decís: Dios no existe, entonces decidís automáticamente por Satanás. Esto debe estar claro para vosotros, queridos hijos míos. Incluso si sois personas buenas y amorosas, llegará la hora en que tendréis que decidir.

Queridos hijos míos. Este es un tema vasto. Sabed que cuanto antes decidáis por Jesús, antes seréis verdaderamente felices y realizados.

Con esto me gustaría despedirme de vosotros por hoy. Dejad que este mensaje haga efecto en vosotros, queridos hijos míos. Id en paz.

Os amo. Vuestra Madre en el Cielo.