miércoles, 10 de febrero de 2016

Mensaje Dado por la Santísima Virgen María

A Su Amada Hija Luz De María.

Amados hijos de Mi Inmaculado Corazón,

HIJOS MÍOS, Estáis Dispuestos A Entrar En Cuaresma.

No toméis la Cuaresma en vano en este instante crucial para la Humanidad y especialmente para el PUEBLO de Mi Hijo.

Hijos, sed conscientes del deber de todo cristiano, de todo aquel que se llama a sí mismo Mi hijo. El deber es acompañar a Mi Hijo en estos cuarenta días, penetrando no sólo con el deseo en los pensamientos y en la mente, no sólo con la oración, sino también ACOMPAÑÁNDOLE En La Entrega Absoluta Como Nunca Habéis Hecho En Cuaresmas Anteriores Dado Que Esta Cuaresma Es Muy ESPECIAL .

Abraza correctamente la penitencia y la purificación, para que alcances la santidad, con todas tus fuerzas, para penetrar en el verdadero sentido de la Cuaresma, y no tomártela a la ligera perdiendo de vista este gran instante en el que puedes unirte a Mi Hijo de una manera especial, y retomar la Salvación Eterna.

Os Llamo Especialmente A Rezar Y Ayunar, A Dar Limosna Y A Ser Fraternos. Al llamaros a ser fraternos, os llamo a cada uno de vosotros a ser conscientes de vuestra posición dentro del mundo, de cada país, de cada sociedad, de cada Pueblo, para que seáis la voz que se eleve PARA SER UNA LUZ DE PAZ en la agitada situación en la que vive la humanidad a pocos instantes de la guerra. Hijos, tened en cuenta que rezar y ayunar os hará más fuertes para vencer las inclinaciones perversas a las que el ego humano quiere que cedáis.

Amados hijos,

Aquel que, de una manera especial, abraza la llamada a la conversión durante la Cuaresma, es bienaventurado, pues se renueva y se limpia para convertirse en una nueva criatura en Mi HIJO.

Aquellos que permanecen en la lucha para no decaer en la Fe son consolados y fortalecidos por el Espíritu Santo para continuar en el camino de la salvación y la liberación; aquellos que no se han unido a Mi Hijo pero, durante esta Cuaresma, se acercan con «un corazón quebrantado y contrito» (Salmo 51:17), serán abrazados por la Divina Misericordia y custodiados de manera especial para que su libre albedrío no les desvíe hacia el mal. Hijos míos, sabed que la Salvación implica un doble esfuerzo y una constante entrega sin límites.

Hijos, iluminad el alma con la unidad fraterna y estando espiritualmente preparados, aunque el mal aproveche este instante, tan significativo para Mis hijos, y muestre sus garras infernales.

Dado que el ayuno es luz espiritual para el alma, vosotros, amados hijos, conseguís penetrar en la Misericordia en la que Mi Hijo sumerge a todos los hombres, enriqueciéndolos con Su Santo Espíritu y con el don de Su Amor.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado,

Vivid apegados a la Verdad, amando la libertad que sólo pueden encontrar los que no se contentan con vivir a medias el Evangelio, o con harapos que los atrofian y encadenan a prácticas deformadas que no son la Voluntad de Mi Hijo.

No toméis los asuntos del Cielo a la ligera, no envejezcáis sin ser acción y llevar la explicación de la Palabra de Mi Hijo y la Mía a vuestros hermanos para que despierten, Palabra dada a Nuestro Profeta para que la humanidad comprenda que no somos Nosotros los que dividimos al hombre en dos; es el hombre el que, mediante su libre albedrío, elige el camino justo o el camino del mal, mientras que es la Voluntad Divina la que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad.

RENOVAROS, Hijos, para que «El Camino, la Verdad y la Vida» (Juan 14:6) sean en VOSOTROS Aceite Fresco, Vino Nuevo, Luz y Sal de la Tierra.

A partir de esta Santa Cuaresma, rezad por la humanidad y para que la Creación no os mire con indiferencia mientras comparte la misma vida con el hombre en medio de tanto pecado, el que vosotros desechasteis.

AMADOS HIJOS DE MI CORAZÓN INMACULADO Yo os Bendigo.

Madre María.

SALVE María Purísima, Concebida Sin Pecado.

SALVE María Purísima, Concebida Sin Pecado.

SALVE María Purísima, Concebida Sin Pecado.

Amén.

Nota: La Biblia utilizada es la Nueva Versión Católica Revisada.