domingo, 3 de abril de 2016

Domingo, 3 de Abril de 2016

Domingo 3 de abril de 2016: (Domingo de la Divina Misericordia)

Jesús dijo «Pueblo mío, en las lecturas de hoy sois testigos de Mi misericordia con los enfermos y de Mi gran amor por Mis apóstoles y Mis creyentes. Concedí Mis poderes curativos milagrosos a Mis apóstoles, e incluso a Mis personas especiales entre vosotros. Los que tienen tales dones, deben compartirlos con los demás. En el Cenáculo me aparecí a Mis apóstoles para animarles, y soplé el Espíritu Santo sobre ellos, para que pudieran perdonar los pecados en la Confesión. Este sacramento del Orden Sagrado se confiere a todos Mis hijos sacerdotes, para que puedan perdonar los pecados en el sacramento de la Reconciliación. También les mostré Mi Cuerpo y Mis heridas. Incluso comí con ellos para mostrarles que no era un fantasma. Se critica a Santo Tomás por ser un incrédulo, pero muchos de Mis apóstoles no creyeron el relato de Mi Cuerpo resucitado cuando me aparecí a María Magdalena y a los discípulos en el camino de Emaús. Quería que Mis apóstoles y Mi pueblo no fueran incrédulos, sino creyentes en Mi Resurrección. A todos ellos los envié a evangelizar a las almas para que creyeran en Mí, del mismo modo que invito a Mis creyentes de hoy a que salgan y conviertan a las almas a la fe.»

(Misa del Obispo de las 11:00 a.m.) Jesús dijo: «Pueblo mío, a veces dais por sentado Mi don de vuestros sacerdotes, pero fue en el Evangelio de hoy cuando di a Mis apóstoles el poder de perdonar los pecados en el sacramento de la Reconciliación. Les dije: (Jn 20,22) 'Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les son perdonados; y a quienes se los retengáis, les son retenidos'. Tenéis que rezar por vuestros sacerdotes y obispos para que no abandonen su vocación. Con vuestras oraciones y vuestro apoyo, podéis ayudar a proteger a vuestros sacerdotes de los ataques del demonio. También tienes que rezar por las vocaciones al sacerdocio. También podéis rezar para que tengáis un sacerdote en vuestro refugio, para que podáis celebrar la Misa y la Confesión. Si no tienes un sacerdote en tu refugio, haré que Mis ángeles te traigan diariamente la Sagrada Comunión, para que siempre tengas Mi Presencia contigo. Alégrate de tener un sacerdote porque Yo actúo a través de ellos en la Confesión y en la Misa».