lunes, 11 de junio de 2012

Lunes, 11 de junio de 2012

Lunes, 11 de junio de 2012: (San Barnabé)

Jesús dijo: “Mi gente, la vida de un evangelizador no es fácil, como habéis leído en las cuentas de San Pablo y San Barnabé en los Hechos de los Apóstoles. Habéis visto por vosotros mismos cómo tenéis que manejar todas las dificultades de viajar en vuestros viajes en avión, conduciendo y preparando reuniones y alojamiento. A veces podéis perder vuelos, o podéis tener problemas con el equipaje. Pero hay una alegría en llevar almas a Mí que hace que todos vuestros sufrimientos valgan la pena. Regocijaos de haber sido llamados a ayudar a salvar almas. Tened en mente que cuando estáis alejando almas de los demonios, debéis estar preparados para luchar contra los espíritus malignos. Llevad vuestros sacramentales bendecidos para protección, e invocadme a Mí y a Mis ángeles para que os asistan en cualquier ataque demoníaco. Incluso podéis ver cierta resistencia a vuestros esfuerzos de evangelización por parte de las autoridades, o por parte de algunos que no quieren extraños diciéndoles cómo seguirme. Cuando hacéis vuestro trabajo por Mí entre la gente, os recompensaré por vuestros esfuerzos, incluso si tenéis que esperar hasta después de vuestra muerte.”

Jesús dijo: “Mi gente, habéis estado celebrando la fiesta de San Barnabé, que fue un misionero, y trabajó con San Pablo. Estos discípulos Míos fueron fundamentales para llevar a muchas almas a la fe, especialmente entre los gentiles. Les dije a Mis discípulos que Yo vine como un hombre para servir, y no para ser servido. También les dije que aquellos que desean ser líderes, deben servir al resto. En la Última Cena lavé todos los pies de Mis apóstoles, y lo hice para darme a Mí mismo como ejemplo de cómo deberían servir a Mi gente. Ayudar a salvar almas es vuestro trabajo más importante, pero hay muchas maneras en las que podéis servir a la gente con vuestras buenas obras. Podéis ayudar a servir comida en vuestras reuniones, y podéis alimentar a los pobres y a los hambrientos en despensas de alimentos o en cenas de sopa. Podéis ayudar a la gente encontrando apartamentos para alquilar a los pobres. Podéis servir visitando a los enfermos y a los ancianos. Incluso podéis asistir a funerales para ayudar a aquellos que están de luto por sus familiares fallecidos. También podéis rezar por otros que están sufriendo enfermedades, o por aquellos que están buscando empleo. Al ayudar a servir a otras personas, estáis sirviéndome a Mí y a vuestro prójimo por amor.”