lunes, 23 de mayo de 2011

Lunes, 23 de mayo de 2011

Lunes, 23 de mayo de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, así como navegan en un barco a través del mar, yo los guío a través de la vida y sus pruebas. En un barco sufren la calma sin viento para navegar, y a veces sufren tormentas de olas grandes. En la vida también pueden sufrir calmas de depresión o problemas de desempleo o daños a sus hogares. Llámenme en todas sus necesidades, ya sean serias o menores. Confíen en Mí para guiarlos a través de la vida hasta que puedan llegar a Mi puerto de gracia en el cielo. Este puerto de deseo es estar con Aquel que los ama para siempre en el cielo. Sigan buscándome siguiendo Mis Mandamientos y rezando sus oraciones diarias. Mi Misa y Comunión diaria los alimenta espiritualmente, y Mi Presencia en su alma es su mayor alegría del día.”

Jesús dijo: “Mi gente, en la primera lectura escucharon cómo San Pablo sanó al hombre cojo, pero la gente quería ofrecerle un sacrificio como a un dios. Muchos de los habitantes de la época de San Pablo creían en dioses griegos y romanos. Una vez que entendieron el testimonio de San Pablo, se convirtieron a creer en el único Dios Verdadero en Tres Personas en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Muchos de Mis discípulos y los apóstoles fueron capacitados por el Espíritu Santo para sanar a las personas de sus dolencias. Cuando yo realicé milagros de sanación, muchas personas llegaron a creer en Mí. Los dones de sanación todavía están disponibles y se otorgan a los fieles. No todas las personas tienen este don, sino solo aquellos a quienes el Espíritu Santo desea otorgárselo. Como con todos los dones sagrados, necesitan nutrir su alma con Mis sacramentos y oración diaria para mantener estos dones. Den alabanza y gracias por todas las gracias y dones que les he concedido.”