sábado, 25 de junio de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy que celebráis el 35 aniversario de mis apariciones en Medjugorje, vengo de nuevo del cielo para llamaros al amor.

Yo soy la Reina de la Paz y la Reina del Amor y quiero, hijos míos, que creéis en vuestros corazones amor verdadero, amor verdadero a Dios, amor verdadero a Mí. Si tenéis amor verdadero, filial, real por Dios y por Mí, vuestras vidas se convertirán verdaderamente en un himno incesante de amor, en un canto incesante de amor. Y verdaderamente, vuestras vidas se convertirán en poderosos signos de Mi Amor, del Amor de Dios y de Mi presencia aquí.

Vosotros, hijos Míos, no sabéis amar y, por eso, no podéis transmitir a Mis hijos Mi Llama de Amor, ni podéis transmitir a los demás el amor de Dios. Porque sólo tienen amor los que tienen a Dios y sólo donde está Dios hay amor.

Si el alma no está en Dios no puede tener amor y si Dios no está en el alma el alma no puede amar. Por eso, hijos, poned vuestros corazones en Dios para que vuestros corazones se llenen de amor divino y así transmitáis y deis amor a este mundo sin amor, sin esperanza y sin paz.

He venido a Medjugorje y también aquí para enseñaros este verdadero amor a Dios: filial, sincero, real. Por eso estoy aquí desde hace tanto tiempo para enseñaros a vivir este amor, a crear en vuestros corazones este amor antes de que se acabe el tiempo de la conversión de la humanidad. Porque los que no creen en sí mismos el verdadero amor filial a Dios no entrarán en el Triunfo de mi Corazón Inmaculado, ni en los Cielos y Tierra Nuevos que vendrán.

Por eso, hijos míos, vivid el amor, abrid vuestros corazones al amor, sed oración de amor, sed obras de amor, sed testimonio de amor, sed llama viva de amor por Dios y por Mí. Y entonces mi llama de amor a través de vosotros obrará maravillas.

Amo a mi amado pueblo de Medjugorje y amo también este lugar como la sala de Mis ojos, protejo estos dos lugares con las incesantes y poderosas gracias de Mi Corazón. Y tanto allí como aquí deseo verdaderamente formar un pueblo hecho de amor puro para entregarlo a Dios como un ramo de rosas místicas de amor más fragantes para agradarle.

Por eso, hijitos, dejaos guiar por Mí, obedeced Mis Mensajes, abrid vuestros corazones al Amor, cread el verdadero amor, vividlo y Mi Corazón Inmaculado triunfará en vosotros y a través de vosotros en todo el mundo.

¡He aquí que ha llegado la Hora, la Hora del Amor, la Hora del Padre! Es la Hora del Padre, es la Hora del Amor, es mi Hora. Vivid en el amor, creced en el amor, para que así, hijos míos, os salvéis en el amor y por el amor.

Os pido a todos que sigáis rezando Mi Rosario y difundiendo Mis Mensajes de Amor, con amor para producir en los corazones la victoria del Amor.

A todos bendigo con amor ahora desde Medjugorje, Chivitavecchia y Jacareí».