Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 19 de junio de 2016
Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis queridos hijos, hoy vengo de nuevo a llamaros a todos al amor filial a Dios.
Cread en vuestros corazones este amor verdadero, renunciando a vuestra voluntad al yo y a la voluntad de vosotros. Para que verdaderamente en vuestros corazones entréis en Mi Llama de Amor que os dará la gracia de crear amor filial por el Señor y por Mí. Y así, hacedlo todo por el Señor y por Mí con Amor.
Por eso, durante tantos años te he pedido que renuncies a tu «yo», a tu «voluntad», a tu «querer». Porque un alma apegada a su propia voluntad, a su propio querer, no puede tener amor filial a Dios. Porque este amor exige en primer lugar que el alma no viva para sí misma, que viva sólo para Dios. Y en todo lo que hace, lo hace con el único fin de agradar, de dar alegría y santo placer a Dios. Y no para agradar, dar alegría y placer, satisfacerse a sí misma.
Sin renuncia, por tanto, nadie puede crecer en este amor filial. Así pues, renuncia de una vez por todas a quererte, a crear un amor filial por Dios semejante al amor que puse en el corazón de mi hijito Marcos, por su padre espiritual Carlos Tadeo.
Entonces, amando de verdad al Padre Celestial como él ama a su padre espiritual, daréis de verdad al Padre Eterno el amor puro, sin límites, sin reservas, total, que él desea.
Mis apariciones en Medjugorje están a punto de cumplir 35 años, en estos 35 años os he mostrado a todos vosotros, hijitos, mi gran amor maternal. Os he mostrado a todos cuánto os quiero, cuánto deseo la salvación de todos Mis hijos. Y no quiero que ninguno se pierda, no quiero que sufráis en el futuro.
Por eso he venido a Medjugorje para llamaros a todos al Amor de mi Corazón. Y viendo que Brasil no atendía a Mi Mensaje de Medjugorje, vine aquí en persona a Jacareí, para continuar lo que comencé en Medjugorje. Y para llevar Mi Plan de Salvación a su plena realización según los Secretos de Fátima, de La Salette, de Medjugorje.
Aquí, verdaderamente, Mi Corazón Inmaculado ha hecho un nido de amor para todos Mis hijos. Y todo el que Me busque aquí, Me encontrará, porque el Espíritu Santo mismo ya me ha hecho decir esto en la Sagrada Escritura: «Quien Me busca, porque está seguro de encontrarme, Yo vivo cerca de aquel que Me bendice. Quien Me encuentra, encuentra la vida, los que trabajan para Mí no pecarán y no morirán, tendrán la vida eterna.
Sí, todos los que vengan por Mí, los que trabajen por Mí, los que se cansen por Mí, los que consuman su vida por Mí, tendrán vida eterna. Porque Mi Hijo Jesús recompensará incluso a una paja que se limpie y cambie por Mi amor. Mi Hijo Jesús recompensará con la vida eterna incluso un vaso de agua dado por amor a Mí.
Sí, por tanto, hijitos, que todo el que quiera encontrarme venga aquí y Me encuentre vivo junto a Mi hijo Marcos, que Me bendice, Me ama, Me sirve, está cansado, agotado, consumido desde hace 25 años sólo por Mí.
Por eso aparecí junto a él en esa foto que te dio, para confirmar la Sagrada Escritura que dice: «Quien Me busca porque Me encuentra, Yo vivo cerca de quien Me bendice».
Sí, no sólo vivo cerca de mi hijo Marcos, vivo en él, estoy en su corazón y reino en su corazón como Señora, Reina y Señora absoluta de todo su ser.
Por eso, aquí, ¡hago tantas maravillas! Por eso aquí derramo tanto Mi Llama de Amor que llegará a ser tan fuerte como vosotros, hijos Míos, me abráis vuestros duros y fríos corazones y aceptéis Mi Llama de Amor como aceptó Mi hijo Marcos.
Entonces mi Corazón Inmaculado reinará en la Tierra como el Cielo. Y traeré al mundo todo este reino de amor que mi Hijo Jesús prometió y que Yo tengo la misión de traer a este mundo para el Triunfo de mi Corazón Inmaculado.
Como Madre del Segundo Adviento, he venido a Medjugorje y aquí para preparar el establecimiento de este reino. Que se hará cada vez más grande a medida que sus corazones se abran a Mí aceptando Mi Llama de Amor.
Cuando muchos corazones hayan aceptado Mi Llama de Amor, el Espíritu Santo derramará Su poderosa Llama. Y entonces tendrá lugar el Segundo Pentecostés y el mundo se transformará verdaderamente, ya en una imagen perfecta del Cielo, del Paraíso mismo. Y ya empezaréis a vivir el Cielo aquí mismo y sólo lo continuaréis en la eternidad.
Quiero la felicidad de todos vosotros ya Aquí en la Tierra y luego Conmigo en el Cielo.
Así que hijitos, dadme vuestro «sí», rezad, sed una oración viva de amor para que todas las almas al acercarse a vosotros sientan la belleza, la dulzura, la alegría, el poder de la oración y se conviertan como vosotros también en una oración viva de amor, en actos incesantes y vivos de amor.
Continuad rezando Mi Rosario cada día, porque a través de él siempre aumentaré Mi Llama de Amor en vuestros corazones.
Cada día que pasa os amo más y os bendigo desde Fátima, desde Medjugorje y desde Jacareí».
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.