Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 20 de febrero de 2016
Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis queridos hijos, hoy os invito a todos una vez más a imitar a Mis Pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, que tanto amor tenían por Mi Hijo Jesús y por Mí.
Imitad el Amor de los Pastorcitos de Fátima viviendo continuamente en oración, en oración de amor, de desagrado, de reparación al Corazón de Jesús y a Mi corazón, por tantos pecados con los que Nos ofendemos. También, orando con súplica por la conversión de tantos pecadores, que aún hoy siguen rechazando el Amor de su Dios, de su Padre, de su Creador y también el Amor de su Madre celestial, que tanto les ama pero a la que no quieren amar.
Así, viviendo en continua oración de amor, reparación y súplica por la conversión de estas almas ingratas, imitaréis verdaderamente el ejemplo de los Pastorcitos, que con tanto amor vivieron continuamente en este espíritu de oración, dando gran consuelo al Corazón de Jesús, a mi Corazón. Y logrando la conversión de tantos pecadores por los que rogaban con oraciones, lágrimas, súplicas y ardientes gemidos.
Imitad el amor de los Pastorcitos de Fátima, los Pastorcitos Francisco y Jacinta, viviendo continuamente en sacrificio y penitencia. Ofreciendo cada día pequeños sacrificios ocultos y ofrendando por la conversión de los pecadores, para que se conviertan y sean tocados por la gracia de Dios encontrando el camino de la conversión y de la salvación.
Ofreced también pequeños sacrificios para que vosotros mismos, hijos míos, purifiquéis vuestro cuerpo y vuestra alma, dominéis vuestra carne y la sometáis al espíritu iluminado por la fe, destruyáis y matéis en vosotros las vanidades, el deseo de aparentar, el deseo de ser bellos a los ojos del mundo, de ser fuertes, bellos, perfectos para ganar la admiración, la alabanza y el aplauso de los hombres.
Ofrece también pequeños sacrificios cada día para que sometas todas las voluntades de tu carne al espíritu, iluminado por la razón y la fe. Para que vuestro cuerpo junto con vuestra alma se consagren únicamente a la alabanza de Dios, a la adoración de Dios, al amor de Dios, al servicio de Dios y también al servicio para la salvación de vuestros hermanos.
Imitad a Mis Pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta y también a Mi hijita Lucía, en el grande y perfecto amor que Me tuvieron. Obedeciendo con amor todos mis Mensajes, rezando todos los días el Santo Rosario, viviendo continuamente para consolar a mi Corazón Inmaculado, para secar mis Lágrimas y dar a mi Corazón verdadero consuelo, alegría y amor. Amor y afecto que he buscado por todo el mundo y que no he encontrado, salvo en raras almas que mi mismo Corazón Inmaculado ha formado en el refugio seguro de mi Corazón, en mi interior y también en el horno místico de Amor de mi propio Corazón.
Imitad a Mis Pastorcitos de Fátima, en esa gran obediencia que tuvieron y en ese gran deseo insaciable de consolar a Mi Corazón Inmaculado, de consolar al Sagrado Corazón de Jesús y de salvar cada día más almas para disminuir Nuestro sufrimiento, para que no sufriéramos más por la pérdida de tantas almas.
Por último, imitad a Mis Pastorcitos de Fátima: Francisco, Jacinta y Lucía, en su gran, ardiente e intenso amor a la Santísima Trinidad. Que vieron en aquella luz maravillosa que les infundí en las primeras Apariciones y se vieron inmersos en Dios, como viviendo en Dios y Dios viviendo en ellos.
Fueron abrasados por la Llama de Amor del Señor, por la Llama de Amor de mi Corazón en aquel momento y desde entonces se sintieron arder en Dios.
Es esta Llama la que también quiero infundir en tu pecho, en tu alma y en tu corazón. Abridme las puertas de vuestros corazones, abrid las puertas de vuestras almas para que Yo también pueda infundir en ellas esta Mi Llama de Amor. Comunicándoos esa luz, esa misma luz maravillosa que Yo les he comunicado y que es Dios y todos vosotros arderéis también en Dios viviendo en Él y Él viviendo en vosotros.
En este año del Jubileo de los 25 años de mis apariciones ¡Aquí, rezad más, rezad más, rezad mucho más con vuestro corazón! Para que por fin Mi Llama de Amor entre en vuestro pecho y queme vuestro corazón con estas Llamas Místicas para siempre, transformándoos en los grandes Santos que Mi Señor y Yo deseamos que seáis.
Acelera tu conversión, apresura tu santificación, trabaja más intensamente para eliminar tu pereza, tu indolencia. Para eliminar de vuestro interior las vanidades, la sensualidad, la gula, la lujuria, el orgullo, la soberbia y todos los demás vicios.
Porque os digo, hijos Míos, que se acerca el día del gran Castigo. La Advertencia está cerca, los tres días de tinieblas sorprenderán a gran parte de la humanidad en el pecado. Y ésta, castigada por Dios, ¡desaparecerá! Dos tercios de Brasil también perecerán si no hay conversión, oración y penitencia.
A todos bendigo con amor desde Lourdes, Fátima y Jacari».
Orígenes:
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