Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 14 de febrero de 2016
Mensaje de María Santísima

(Marcos): Sí, lo haré. Prometo a la Señora que esta semana empezaré a hablar con más asiduidad sobre La Salette y también sobre las profecías de la Señora dadas en las Apariciones sobre los últimos tiempos y la apostasía. Sí. Sí. Sí.
(María Santísima): «Mis queridos hijos, hoy celebráis aquí el Aniversario de mis Lágrimas en Louveira y también mis Apariciones en Pellevoisin a mi hija Estelle Faguetti. Fueron dos manifestaciones importantes, dos manifestaciones decisivas de Mi Corazón para la salvación de todos Mis hijos y de toda la humanidad.
Lloré en Louveira para llamar a todos Mis hijos a la oración, a la conversión, a la penitencia, al sacrificio y a convertirse en rosas místicas, rosas blancas de oración, rosas rojas de sacrificio, rosas amarillas de penitencia y espíritu de reparación a Dios, para que aquí en Brasil verdaderamente Mi Señor y Yo pudiéramos tener un Jardín de rosas místicas sobrenaturales de amor en pura transformación.
Pero Mis Lágrimas no fueron comprendidas, Mi llamada dolorosa no fue entendida ni explicada perfectamente a Mis hijos, y por ellos aún menos respondida. Por eso, vine a Jacareí para levantar estas rosas místicas de amor perfecto Aquí con Mis Mensajes, para que al fin pudiera obtener el fruto de Mis Lágrimas derramadas en Louveira, es decir, un país, Brasil, hecho de rosas místicas puras de amor, sacrificio y penitencia.
Aquí, hijos míos, estáis llamados a ser las rosas místicas de amor puro, de amor en pura transformación que busqué en Louveira, pero no encontré. En mi hijito Marcos y en todos los que quieran ser como él, encontraré por fin estas rosas místicas de amor con las que haré una gran rosaleda mística de amor, para agradar a Dios, para agradar al corazón de mi Hijo, de mi divino Esposo el Espíritu Santo y para perfumar la faz de toda la tierra.
Levantad almas rosas místicas de todas partes para difundir el dulce perfume del verdadero amor a Dios, de la santidad, de la oración, a todo el mundo adornado por el pecado. Para que el mal olor del pecado, del mal y de la violencia deje paso al suave perfume del Cielo de vuestras virtudes que quiero cultivar cada vez más en vosotros.
Lloré en Louveira para llamar a todos Mis hijos a convertirse en serafines del amor para consolar el corazón del Señor y Mi Corazón Inmaculado que vino aquí a Brasil para desbordar Su Dolor en Mis Lágrimas.
Sí, Mis Lágrimas cayeron en vano en medio de un gran desierto frío y sin amor. Cuántas almas vieron Mis Lágrimas pero no se compadecieron de Mí. Cuántas almas vieron Mis Lágrimas, pero no tomaron la firme resolución de convertirse. Cuántas almas vieron Mis Lágrimas y perecieron frías, duras e indiferentes a Mi Amor y a Mi Dolor.
Aquí en Jacareí, deseo que Mis Lágrimas sean verdaderamente tomadas en serio y que aquí se levanten almas que verdaderamente quieran secarlas y enjugarlas. Y que realmente sean místicas rosas amarillas de reparación que con sus oraciones y sobre todo, con sus trabajos diarios, con sus sufrimientos diarios, con su sacrificio diario expíen tantos pecados con los que Dios es ofendido. Y así, ofrecer una poderosa súplica mística y espiritual por la conversión y la salvación de tantas almas que corren el riesgo de perderse para siempre.
Me aparecí en Pellevoisin para llamar al mundo entero a la oración del Rosario, a la verdadera devoción al Escapulario del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús, que mostré a mi hijita Estelle Faguetti y que tantos desprecian y no usan.
Vine a llamar al mundo entero a una conversión urgente, porque se acercaba el Castigo de la Primera Guerra Mundial y mi Corazón estaba cada día más dolorido y afligido por el trágico destino que esperaba al mundo y a mis hijos.
No se me escuchó. A causa de esto ocurrió la Primera Guerra Mundial y después de ella la segunda que fue mucho peor llevándose millones y millones de vidas. Y si aún hoy, hijos Míos, no escucháis Mi voz, no obedecéis Mis Mensajes Aquí en Jacareí, vendrá una tercera guerra mundial mucho peor que las dos primeras. Y no sólo matará a millones de personas, sino que matará a todas las personas de la Tierra y acabará con vuestra existencia.
Mi Corazón tiembla de Dolor y Mis Ojos derraman Lágrimas de Sangre por lo que os espera en el futuro si no Me escucháis hoy, hijos Míos.
No hace mucho, conviértete sin demora, ayuda a Mi pequeño hijo Marcos en Su esfuerzo extremo por llevar Mis Mensajes a los confines del mundo. Este esfuerzo heroico que está haciendo para difundir Mis Mensajes desde la mañana hasta la medianoche a todos Mis hijos en todo el mundo, este esfuerzo heroico debe ser ayudado, debe ser apoyado por todos vosotros, hijos Míos, de lo contrario la tierra entera se acabará y Satanás obtendrá su mayor triunfo que es llevarse consigo a toda la humanidad a las llamas eternas.
Vosotros sois Mi última esperanza, ¡no Me defraudéis! No me defraudéis como no me defraudó Mi hijo Marcos. Imita su fidelidad, obediencia y amor por Mí, y entonces en ti triunfará Mi Corazón Inmaculado y a través de ti también el mundo entero.
Continuad rezando el Santo Rosario todos los días, ensanchad vuestros corazones con más oraciones, sacrificios y buenas obras, dando y trabajando, para que Mi Llama de Amor entre cada vez más en vuestros corazones y con todo Su poder os transforme en los grandes santos que Mi Señor desea y que Yo también deseo que seáis.
Os quiero mucho y nunca os abandonaré, el amor divino, la caridad perfecta, es Dios mismo que vive en el corazón del hombre. Cuando el hombre tiene a Dios, tiene la caridad perfecta. Cuando el hombre tiene amor perfecto, caridad perfecta hacia Dios, el hombre vive en Dios y Dios vive en él.
A todos bendigo con amor a Pellevoisin, Fátima y Jacari».
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