Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

sábado, 6 de febrero de 2016

Mensaje de María Santísima

 

(Marcos): Sí querida Madre, así lo haré. Es bueno que a la Señora le haya gustado lo que hemos hecho aquí en esta Capilla. Mi deseo es sólo complacerte, servirte, darte alegría, secar tus lágrimas, arrancar espadas de dolor de tu corazón, devolverte al menos un poco del gran amor que tuviste por mí y por todos mis hermanos sufriendo tanto con Jesús por nuestra salvación.

Sabes, tú eres mi vida y tú eres mi amor y todo lo que quiero es en cada momento de mi vida vivir sólo para ti y amarte con todo mi corazón.

Ya no me basta el amor que te he tenido hasta hoy, ya no me basta, quiero amor sin interrupción, amor que no cese de agradar, de alabar, de rezar, de servir, de trabajar, de entregarme y de sufrir por ti ni un minuto de mi día. Ésa es la gracia que te pido mañana, la gracia del amor sin interrupción, el amor en el que no me detengo en ningún momento de mi día para amarte y darte el calor, el resplandor de la Llama de Amor de mi corazón.

Gracias Mamá».

(María Santísima): «Mis queridos hijos, hoy, víspera del Gran Jubileo, de mis Apariciones Aquí, os invito de nuevo al Amor.

El don que deseo de vosotros en el Jubileo de mis apariciones de mañana, ¡es el amor! Un corazón ensanchado, un corazón verdaderamente abierto, vacío, vaciado de sí mismo, de las propias opiniones, del apego al mundo, a las cosas y a las criaturas, para que Yo pueda llenar definitivamente vuestros corazones con Mi Llama de Amor.

Expandid vuestros corazones para que Yo pueda depositar en ellos Mi Llama de Amor, a fin de que comience a transformaros en los grandes Santos que vine a buscar aquí desde el Cielo. Y para que todos vosotros, hijos Míos, podáis convertiros verdaderamente en Santos como vuestro Padre Celestial es Santo.

Expandid vuestros corazones para que verdaderamente Mi Llama de Amor encuentre espacio en vuestros corazones para entrar, para quemar en ellos todo lo que todavía es tierra, todo lo que todavía es carne, todo lo que todavía os sujeta al mundo o incluso a las tinieblas de Satanás y del pecado. Para que realmente, en vosotros, pueda realizar las maravillas de mi amor y de mi corazón y os transforme verdaderamente en reflejos vivos de la Santísima Trinidad y en imágenes perfectas de mi Corazón Inmaculado.

Expandid vuestros corazones para que Mi Llama de Amor entre verdaderamente en vuestros corazones y comience a llevaros hacia arriba, hacia los grados más altos del verdadero amor a Dios y a Mí, grados que son el amor filial, el amor piadoso, el amor temeroso y, finalmente, el amor-amor, el amor-amistad, el amor que os hace amar verdaderamente a Dios, amar a Mi hijo Jesús con todo vuestro corazón y huir de todo pecado para no herir el corazón de Mi hijo.

Quiero conduciros a este amor, a este amor sublime. Por eso os pido, hijos Míos, que expandáis vuestro corazón hacia Mi Corazón. Que Mi Corazón ponga Mi Llama de Amor en sus corazones cada día hasta que alcance su plenitud.

Rezad el Rosario. Rezad, rezad, rezad. No paséis la Fiesta de mi Jubileo riendo, caminando y hablando. Rezad, rezad, rezad. Cuanto más reces, más recibirás Mi Llama de Amor.

Cuanto más recéis, más se expandirá vuestro corazón para recibir Mi Llama de Amor, cuanto más habléis y menos recéis, menos recibiréis Mi Llama de Amor.

Hijos míos, rezad, sólo con la oración profunda con vuestro corazón recibiréis Mi Llama de Amor en toda su plenitud.

Aquí, en este lugar santo, he venido a formar la más grande escuela de santidad de todos los tiempos, he venido a formar a los más grandes Santos que el mundo ha visto y que profeticé a través de la palabra de mi siervo Luis María de Montfort. Pero estos grandes Santos sólo podréis serlo si ensancháis vuestros corazones con oración, mucha oración, con meditación, sin la cual no hay oración.

Quien no medita no puede orar, y quien no ora nunca podrá recibir mi Llama de Amor. Por tanto, hijos míos, meditad en el gran amor de Dios por todos vosotros. Meditad en el gran amor de Mi Corazón por todos vosotros. Meditad sobre la gran santidad a la que Dios y Yo hemos venido a llamaros a todos aquí. Para que vuestro corazón arda en deseos de orar más para recibir Mi Llama de Amor para amar más a Dios y amarme más a Mí también.

Sin oración con el corazón, sin meditación, sin abrirme vuestros corazones mi Llama de Amor no podrá realizar en vosotros ninguna obra de Gracia, ninguna obra santa.

Por tanto, hijos Míos: Rezad, rezad y rezad para recibir más de Mi Llama de Amor.

Vine a Jacari para formar a los más grandes Santos, pero los más grandes Santos sólo pueden existir verdaderamente Aquí si morís definitivamente por vuestra opinión, por vuestra voluntad, por la voluntad de vuestra carne. Finalmente, vivirás la verdadera vida en Dios.

Quiero conduciros a esta gran santidad, quiero conduciros a este gran amor. Así pues, hijos míos, venid, dadme vuestro sí y vuestro corazón en esta noche santa que precede al día más sagrado de todo el año después de mi Inmaculada Concepción. Y preparaos rezando mucho esta noche y mañana para recibir el perdón que os dará mi Divino Hijo Jesús.

Cuanto mayor sea vuestra oración, vuestra meditación sobre vuestros pecados y, por tanto, vuestra contrición, mayor será el perdón que os concederá mi Hijo Jesús. Así pues: rezad, rezad y meditad.

En esta noche santa comienzo ya a derramar mis grandes gracias sobre todos vosotros.

Abrid vuestros corazones para recibirlas y convertíos rápidamente, porque el gran Castigo ya está a las puertas y no os desaniméis hijos Míos, porque si en este lugar os desanimáis, si aquí en Mis Apariciones en Jacarei donde puse toda Mi esperanza en Mi hijito Marcos y en vosotros, os desanimáis y Me abandonáis dejando el camino de la oración y de la conversión, dejaré que los tres días de tinieblas vengan sobre vosotros.

Por eso, hijos Míos, no os desaniméis, porque vuestra perseverancia, vuestro amor a Dios aleja muchos castigos, vuestra obediencia a Mis Mensajes y la santidad de vuestra vida aleja los tres días de tinieblas y atrae sobre vosotros el Segundo Pentecostés Mundial.

A todos bendigo con amor desde Fátima, Lourdes y Jacari.

Paz Mis amados hijos, paz marquen, los más esforzados y dedicados de Mis hijos».

(Santa Lucía): «Mis amados hermanos, Yo, Lucía, Lucía de Siracusa, vengo hoy llena de amor a deciros a todos vosotros: ¡Grande es el amor de María por vosotros!

Cuando Ella apareció aquí os abrió el cielo, os abrió un nuevo camino, os abrió la vía luminosa que os conduce a la patria celestial, a la felicidad eterna. Y estos 25 años de Su presencia aquí son la mayor prueba del amor de la Madre de Dios por todos vosotros, por todos vosotros.

Abrid vuestros corazones a Ella, abrid vuestros corazones a la Madre de Dios y dejaos amar de verdad por Ella, sanad por Ella, salid, liberaos del pecado por Ella, embelleceos con las virtudes por Ella y arded en el amor de Su Llama de Amor por Ella.

Grande es el amor de María por vosotros y es este amor el que la ha retenido aquí durante 25 años continuamente cada día, hablándoos, llamándoos a la oración, a la conversión, a la santidad y al retorno a Dios.

Cada uno de vosotros ha sido amado, llamado uno a uno con amor por ella. Cada uno de vosotros ha sido mirado con amor y misericordia por Ella. Y Ella no tuvo en cuenta los grandes y graves pecados con los que ofendisteis a Dios. Pero Ella, que aunque fue atravesada por espadas de dolor por vuestros pecados tantas veces en el pasado, ha olvidado las penas y dolores que le causasteis para encontrar aún un lugar donde amaros, salvaros, llamaros al camino de la santidad y la salvación.

Devuélvele este gran Amor entregándole tu corazón, dándole tu «sí» a Aquella que te amó y que te favoreció mucho más que muchas generaciones del pasado. ¡Sí! Cuántas generaciones del pasado anhelaban una palabra, un gesto, una sonrisa, una mirada que fuera de María. Y esta gracia no se les concedió a ellos, pero se te concedió a ti Aquí, en este tiempo afortunado y maravilloso en que duran las Apariciones de la Madre de Dios, los tiempos de María, tiempos en que Ella está más aquí en Jacari que en el Cielo. Más cerca de ti que tu propio aliento, que el aire que respiras. Ella que está más cerca de ti Aquí de lo que podría estarlo tu propia madre terrenal. Ella que está aquí verdaderamente cada día llena de Amor para darte y llenarte a todos.

Expande tu corazón hacia Ella en esa noche santa que precede al Sacrosanto Día de los 25 años de Su Aparición Aquí. Para que verdaderamente Ella inunde, llene vuestros corazones con el agua viva de Sus Gracias y colme vuestro corazón con las místicas llamas de amor de Su Corazón Inmaculado.

Sois todos más preciosos para Ella y para Mí que todos los reinos de la tierra, que todos los tesoros y todo el dinero que el mundo pueda ofrecer. Habéis sido amados por Nosotros con toda la fuerza con la que podemos amaros. Y el enemigo que ofreció el mundo entero a Dios a cambio de este Lugar, a cambio de poseer tu alma, a los peregrinos de este Lugar, y Dios se lo negó porque te ama con todo su Corazón y con todo su Amor.

Vuestra Madre os ama con todo su Corazón y con todo su Amor, ¡así que valéis más que el mundo entero! Debes sentirte feliz por esto y debes expandir tu corazón para amar más a esta Madre y darle a esta Madre el retorno de Su Amor y de Sus Gracias y un retorno perfecto del amor de Gracias y de Misericordia que Dios te ha dado aquí.

Os quiero mucho, os quiero con todo mi Corazón y nunca os abandonaré.

A todos bendigo con Amor desde Catania, Siracusa y Jacari.

La Paz, mis queridos hermanos tan amados, la Paz marca al más amado y ardiente de mis devotos y amigos».

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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