Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

sábado, 5 de marzo de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, Yo vuestra Madre vengo del cielo porque mi Corazón está lleno de amor por la salvación de cada uno de vosotros.

Hijos míos, Dios os ha preparado un lugar en la gloria de su reino. Este lugar es de una felicidad sin fin que durará para siempre y está reservado a los que perseveran hasta el final. No os apartéis del Señor cuando os sobrevengan pruebas. Ten fe. Dios no te abandona. Desea la salvación de vuestras almas y quiere veros un día, junto a Él, en el cielo. Vienen días difíciles para Brasil y para el mundo entero. En un día pacífico, en el que muchos estarán celebrando los dolores y la pasión de mi Hijo, grandes dolores y sufrimientos caerán sobre la Iglesia inesperadamente, y mis hijos, muchos de ellos, caerán al suelo sin vida.

Rezad hijos míos, rezad para detener los males y sufrimientos que el demonio quiere traer a los que no viven unidos a Dios. Quiere la destrucción de la Iglesia y la destrucción de sus almas. Luchad contra todo mal rezando el Rosario y alimentándoos con fe y amor de la Eucaristía...

Cuando la Virgen dijo estas últimas palabras me mostró dolor, haciéndome comprender, por una luz interior, que vendrán días en los que muchos buscarán la Eucaristía, desearán recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús, pero no podrán.

Estoy a vuestro lado para bendeciros y daros un poco de mi fuerza, para que soportéis con fe y con valor los días difíciles que vendrán.

El Amazonas temblará poderosamente y muchos llorarán. Deja de pecar. Sed obedientes a las llamadas que vuestra Madre vino a comunicaros con su Corazón en las manos, pidiéndoos que os refugiarais en él, pues es vuestro escudo de defensa contra la justicia divina que caerá pesadamente sobre el mundo.

Rezad mucho por la Santa Iglesia, rezad mucho por la conversión de los pecadores, porque si no se arrepienten, para muchos puede ser demasiado tarde.

Este es mi llamamiento. Este es mi dolor como Madre. Gracias por estar aquí y por ofrecer vuestras oraciones al Señor por el bien del mundo y por la salvación de las almas.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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