sábado, 31 de agosto de 2013

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!

No te turbes. ¡No pierdas nunca la paz! Yo estoy aquí a tu lado, Yo, tu único refugio y protección. Sólo Yo puedo consolarte y puedo ser la verdadera alegría de tu corazón.

No temas nada, pues estoy contigo y con todos los que escuchan y viven las llamadas de mi Corazón Divino, que comunico a todos, a través de mi Santísima Madre Inmaculada.

Ven, deja que cuide de ti. Entrad en mi Corazón, permaneced en él, y la tormenta pasará y no os hará ningún daño.

Estoy aquí para bendecir a todas las familias del mundo entero y a los pueblos sin paz. Volved, volved a mi Corazón misericordioso para tener paz y bendiciones para vuestras vidas y para vuestras familias. Os doy mi paz y os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús estaba muy cerca de mí, mirándome con su Corazón lleno de amor. Su presencia me dio una gran paz y me sentí protegida, completamente, y aunque todo a mi alrededor se derrumbara no podría destruir este momento tan santo y tan sublime, porque Él estaba allí conmigo.

Jesús continuó entonces transmitiendo su mensaje como si hablara a todo Brasil:

Brasil sufrirá mucho por ser desobediente, porque no me escucha ni me obedece, permaneciendo sordo a mi voz. Los que gobiernan Brasil lo entregarán en manos de los malvados, que harán atrocidades sin fin. Aún veréis mucha persecución, mucho derramamiento de sangre y mucha destrucción. Rezad, rezad pueblo brasileño, rezad porque se acerca la cruz pesada. Volved ahora y os daré la paz, de lo contrario sufriréis mucho.