martes, 26 de junio de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Ribeirão Pires, SP, Brasil

Hoy, la Madre de Dios vino a comunicarnos otro mensaje de conversión:

¡Paz, mis amados hijos!

Hijos míos, oren mucho por la conversión del mundo. Dios nuestro Señor me envía desde el cielo esta noche para decirles que los ama.

Hijos míos, sin oración no pueden recibir las gracias que el Señor desea concederles. Deben orar, y orar todos los días con amor y fe.

Recen el rosario. El rosario es una oración poderosa que aleja muchos males de ustedes y de sus familias. Muchos aún no rezan el rosario como les he pedido en mis muchas apariciones alrededor del mundo. Oren mi rosario con fe, con amor, y con su corazón, pues de esta manera se unirán cada vez más al Corazón de mi Madre. Gracias por su presencia aquí esta noche. Hoy les doy muchas gracias, para que sean fieles a Dios y den testimonio con amor y vida de su santa palabra a sus hermanos y hermanas.

¡No se desanimen! Tengan fe. Dios está con ustedes y los bendice siempre. Agradézcanle por permitirme venir una vez más desde el cielo a su ciudad para bendecir a sus familias.

Estos son días de grandes gracias para ustedes, así que les pido, mis hijos: estén unidos y siempre animen el Corazón de mi Hijo Jesús y el Corazón de mi Madre viviendo seriamente los mensajes que ya les he dado. Solo de esta manera podrán merecer las nuevas gracias que Dios desea concederles a ustedes y a sus familias. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Antes de partir, la Santísima Madre dijo:

¡Regresen a sus hogares con la paz de Dios!

Nuestra Señora ya nos ha dicho mucho en su mensaje: nos llama la atención cuando dejamos la oración de lado y no oramos como tanto nos ha suplicado en sus muchas apariciones. Muchos aún no han comprendido la importancia de este mensaje y cierran sus corazones dejando pasar este momento de gracia y encuentro con el Señor. Ayudemos, por lo tanto, tomando en serio esta invitación de nuestra Santa Madre, renovando en nuestras familias la recitación del rosario, para que podamos obtener la fuerza y la gracia de Dios para perseverar en nuestro camino espiritual.