jueves, 21 de junio de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Ribeirão Pires, SP, Brasil

La Santísima Virgen se manifestó una vez más. Cuando Ella llega, una gran paz nos envuelve. La presencia de la Madre de Jesús es una señal del amor de Dios por cada uno de nosotros, sus hijos e hijas. En esta noche, la Santísima Madre nos dio el siguiente mensaje:

¡Paz, mis amados hijos!

Hijos Míos, Yo, vuestra Madre Celestial, los amo mucho y vengo a pedirles que abran sus corazones a mis palabras maternales que los invitan a la conversión y a la paz.

A menudo les pido en mis mensajes de amor que oren por la paz. Oren por la paz, hijos Míos! La paz está siendo destruida en muchas familias porque mis hijos ya no se preocupan por las cosas de arriba, sino solo por las cosas del mundo que los llevan al pecado. Muchos ya no oran y no van a la iglesia, porque ya no creen en la presencia de Dios.

Hijos Míos, nunca duden de la existencia de Dios o de su amor. Dios existe y su amor es eterno. Él es quien me ha enviado desde el cielo esta noche para darles este mensaje, porque quiere que su luz se difunda y se lleve a cada corazón.

Sean de Dios, hijos Míos, porque Dios está siempre a su lado y nunca los abandona. Crean, crean, firmemente con una gran fe. Ahora los bendigo y les doy el amor de vuestra Madre: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora habló conmigo sobre algunas cosas personales concernientes a su obra de amor. Hablando con Ella, mi corazón se llenó de gran confianza y esperanza. Nuestra Señora hace tanto por nosotros. Intentemos al menos hacer un pequeño esfuerzo, renovando nuestros corazones y buenos propósitos para alegrar su Corazón maternal que palpita con amor por nosotros y por nuestra salvación.