martes, 15 de mayo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Comune di Vigolo, BG, Italia

La Santísima Madre vino una vez más esta noche y nos dio su mensaje:

Paz, mis queridos hijos!

Yo, la Reina del Rosario y de la Paz, los invito a la oración por sus familias y por todas las familias del mundo.

Recen, recen mucho el santo rosario por la conversión de los pecadores y por todos aquellos que no quieren escuchar el llamado de Dios a una vida santa.

Hijos, les hablo, les imploro con mi Corazón afligido, pero a menudo cierran sus corazones a mi voz maternal que los llama a Dios.

Ya no pequen! Regocíjense en el Corazón de Jesús trayendo su luz a sus hermanos y hermanas. Sean de Jesús dando un buen ejemplo de vida a todos aquellos que están lejos, sin luz y sin paz.

El mundo está enfermo porque peca mucho y no hace reparación por sus pecados, porque no busca a Dios. Si rezaran y se arrepintieran, no sufrirían tanto.

Muchos de mis hijos se están destruyendo y sin vida, pero no quieren rogar por la misericordia y el perdón de Dios, por el orgullo y la arrogancia que los dominan.

Intercedan, mis hijos, por estos hermanos suyos que no se detienen a pensar un poco sobre la vida eterna. Lleven mis palabras a sus corazones, y Dios los hará portadores de su paz y amor a aquellos que necesitan su gracia.

¡Tengan fe! Estoy aquí para recibir sus peticiones y guiarlos al cielo. Los amo y

los amo y los cubro con mi manto inmaculado para protegerlos de todo mal y peligro. Regresen a sus hogares con la paz de Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora sufre por aquellos que no desean convertirse o arrepentirse de sus pecados. El pecado está destruyendo el mundo. De hecho, esta es la raíz de todo el sufrimiento que ocurre en el mundo. Como la Virgen nos dice "El mundo está enfermo porque peca mucho", así que si pidiera a Dios perdón y hiciera reparación muchos males serían eliminados y muchas lágrimas y dolores serían evitados. ¿Cómo es posible que tantos continúen destruyéndose en el pecado, casi sin vida y sin esperanza, pero no quieren admitir que Dios es el Señor de la historia humana? Vivimos en un tiempo en que el hombre quiere ser más que Dios y señor de los eventos y del mundo, pero es Dios quien está en control de todo. Dios respeta la libertad humana. Permite que el hombre siga sus propios caminos para enseñarle y mostrarle que sin Él no puede hacer nada, como nos dice en la palabra: "Sin mí no podéis hacer nada!" Eliminemos el orgullo y la soberbia de nuestras vidas y seremos salvados, porque sin la luz de Dios guiándonos e iluminándonos podemos realmente llegar rápidamente a un objetivo preciso, claro, concreto y merecido, por nuestra desobediencia: de nuestra propia destrucción.