miércoles, 13 de julio de 2011

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, ¡paz!

Su Madre Celestial está aquí de nuevo, ante ustedes, para bendecirlos. Deseo llenar sus corazones con el amor y la paz que mi Inmaculado Corazón está lleno de.

Mis hijos, amen, porque en el amor Dios está presente en sus vidas. El amor realiza grandes milagros; el amor cambia sus vidas del pecado, cuando se arrepienten, a una vida de santidad y gracia.

Oren para ser de Dios. Oren para que el mundo obtenga la misericordia de Dios. En muchos lugares estoy reuniendo a mis hijos en oración, porque el mundo se ha alejado de Dios. Itapiranga brillará aún más en el mundo y se extenderá rápidamente a los cuatro rincones de la tierra, porque deseo salvar a todos mis hijos de la oscuridad de satanás. Cuanto más necesiten mi ayuda maternal mis hijos, más brillará mi luz inmaculada sobre el mundo, para guiarlos por el camino seguro que conduce a Dios.

Mis hijos, ¡ánimo!, no retrocedan en su viaje espiritual al cielo. El tiempo pasa muy rápido, y he aquí, muchas cosas ya están a la puerta. Cambien sus vidas. Dios los llama a él. Regresen ahora, porque desea recibirlos en su Divino Corazón con gran amor. Los amo y los bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora oró hoy de una manera especial por toda la Iglesia: por el Papa, por los obispos, por todos los sacerdotes y aquellos consagrados a Dios, para que sean protegidos por Dios y tengan la fuerza para superar todas las tentadoras pruebas de la vida.