miércoles, 9 de marzo de 2016

Angustioso Llamamiento de Dios Padre a la Humanidad.

¡Preparaos, Pueblo Mío, porque vienen días de guerra!

Mi paz sea con vosotros. Pueblo mío, heredad mía.

Estáis viviendo los últimos días de paz; aprovechadlos e intentad vivir en comunión con Dios y con vuestros hermanos. Muy pronto llegará la guerra y, en lugar de paz y alegría, lo que vendrá será llanto y dolor. La mecha ya está encendida, sólo falta que los reyes de este mundo fijen la fecha y la hora; la guerra es inminente e implicará a todas las naciones pasiva o activamente.

Rezad, ayunad y haced penitencia, pueblo mío; porque muy pronto mi creación se vestirá de luto y habrá llanto y dolor por todas partes. Pueblo mío, las armas de destrucción masiva de las grandes potencias de este mundo tienen la capacidad de destruir mi creación en una fracción de minuto. Por eso os pido que recéis, ayunéis y hagáis penitencia, pidiendo a vuestro Padre que detenga la expansión y la prolongación de la guerra; que los días de guerra se prolonguen o se acorten dependerá de vuestras oraciones y súplicas.

No soy Yo, vuestro Padre, quien os enviará el azote de la guerra; son los reyes de este mundo que quieren expandir sus dominios y reducir gran parte de la población mundial. La guerra aprovechará para fumigar el cielo de muchas naciones con la muerte silenciosa. Gases letales, enfermedades víricas y otros gases perjudiciales para la salud, serán esparcidos en el aire de muchas naciones del Tercer Mundo y su objetivo será reducir la población de estas naciones. Todo ello se llevará a cabo bajo la complacencia de sus gobernantes.

Hay millones de vacunas letales listas para ser aplicadas sobre la población de estas naciones en desarrollo. Enfermar en esos días es correr el riesgo de morir. Pueblo mío, ¡se acerca el tiempo de la desolación! Cantad himnos quejumbrosos, porque los jinetes del hambre, la peste y la muerte pronto hundirán en el luto a mi creación. La guerra despertará la furia de mi creación y esto permitirá que se oiga su grito lastimero. Muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra, cuando despierten dragones de fuego de las entrañas de mi creación. La guerra sacudirá mi creación, que gemirá con sus últimos dolores de parto; de este a oeste, de norte a sur. Sus dolores moverán continentes y todo estará listo para que nazca una nueva tierra.

¡Ay de vosotros, mortales, porque se acerca el día grande y terrible del Señor! Despertad y vestíos de cilicio; echad ceniza sobre vuestra cabeza y haced penitencia; ¡porque esos días de dolor, desolación y muerte sucederán cuanto antes! Preparaos, pueblo Mío, porque se acercan los días de guerra. Manteneos firmes en la fe; orad y confiad en vuestro Dios, para que podáis superar esta prueba. Si hacéis esto, os aseguro que estos días serán para vosotros como un sueño.

Vuestro Padre, Yahvé, Señor de las Naciones.

Da a conocer mis mensajes a toda la humanidad.