domingo, 19 de agosto de 2012

Domingo duodécimo después de Pentecostés.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Tridentina Sacrificial según Pío V en la iglesia de la casa en Göttingen a través de Su instrumento e hija Anne.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Al comienzo de la Santa Misa de Sacrificio, los ángeles se movieron a la iglesia de la casa en Göttingen. Vinieron en grupos. Los querubines y serafines fueron los primeros en aparecer. Luego llegaron los tres arcángeles y luego muchos ángeles más pequeños, todos vestidos con largas túnicas blancas, arrodillándose y flotando hacia la iglesia de la casa. Llevaban coronas en sus cabezas, que estaban engastadas con perlas y diamantes. Algunos estaban agrupados alrededor del altar de María, pero la mayoría de los ángeles estaban en el altar sacrificial. Todo estaba brillantemente iluminado. El símbolo del Padre creció y Dios el Padre se movió. Las figuras en el altar de María estaban todas en movimiento, indicando que algo importante estaba a punto de sernos contado. Los ángeles del tabernáculo adoraban el Santísimo Sacramento. Pude observarlo. El Misericordioso Jesús se inclinó hacia el altar y la Santísima Madre de Pietà tenía una expresión muy dolorosa en su rostro. Las lágrimas corrían de los ojos del Jesús muerto.

El Padre Celestial también hablará hoy: Yo, el Padre Celestial, estoy hablando con ustedes ahora en este momento a través de Mi instrumento dispuesto, obediente y humilde e hija Anne, que está enteramente en Mi Voluntad y solo repite palabras que provienen de Mí.

Mis amados seguidores, Mi amada pequeña banda y Mis amados creyentes, todos ustedes son llamados a la última batalla. Esta batalla será muy dura para ustedes, especialmente para aquellos que quieren seguir este camino pedregoso hasta el final y resistir hasta el último aliento.

El tiempo de Mi Limpieza ha terminado. Ha comenzado el tiempo de la lucha. Mis amados hijos de María, luchen con su queridísima Madre, que aplastará la cabeza de la serpiente, porque es el momento adecuado para que Mi Hijo Jesucristo aparezca con Su queridísima Madre Celestial. En todo el mundo los verán en el firmamento. Brillarán en la oscuridad, porque la oscuridad ya ha comenzado.

Mis amados hijos, me gustaría ofrecer otra oportunidad a los creyentes que aún no pueden creer. Pueden ir a la cruz de hierba en Meggen. Allí verán la cruz brillantemente iluminada en el césped durante este tiempo, porque la oscuridad ya está allí. La oscuridad ha cubierto toda la tierra. Pero esta oportunidad será fructífera para ustedes. La cruz del césped en Eisenberg también aparecerá. Incluso si aún no es visible y se ha cubierto de vegetación, seguirá siendo visible para todos los que vayan allí. La cruz de Dozulé también aparecerá en el firmamento con una luz brillante.

Entonces, Mis amados, ¡vengan a la cruz! ¡Los estoy esperando! Levanten su cruz. Les ruego, porque a todos aquellos que tiran su cruz los despreciaré, porque no se apresuraron a su cruz en el último momento de su oportunidad. La propia cruz de cada uno es importante. Con esta cruz llamo a todos: "¡Sígueme! ¡En la cruz está la salvación! Si rechazan su cruz, les diré: "¡No te conozco! Porque sin tu cruz no puedes entrar en mi gloria.

A todos aquellos que quieren seguirme en su cruz más pesada, les pido que oren sin cesar, porque ha llegado el momento en que quiero salvar a muchos sacerdotes. Quiero llamarlos a Mi nuevo plan. Entonces son llamados y elegidos. Pero a los sacerdotes que todavía pertenecen al modernismo, y que también ejercen este modernismo, no los llamaré. No son aptos para el Nuevo Sacerdocio. Todos los sacerdotes que quieren reflexionar y cumplir plenamente Mi Voluntad, es decir, que quieren celebrar en verdad Mi Santa Fiesta Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V, todos ustedes son llamados a entrar en Mi Nueva Iglesia y ejercer este sacerdocio como sacerdotes santos. Si no lo hacen, Mis amados sacerdotes, no son Mis elegidos. Si rechazan esto y quieren pertenecer al modernismo incluso hoy, no puedo usarlos. En esta lucha están. Satanás también está listo. Su ejército se opone a mi ejército, a mi ejército de oración.

Por supuesto, Mis amados, como Padre Celestial en la Trinidad triunfaré en Mi omnipotencia. Sobre todo, les envío a su queridísima madre, que lucha la mayor batalla con ustedes y logrará la victoria con ustedes. Estén listos, Mi ejército, Mi ejército de oración y Mi ejército de amor! Han demostrado su amor perseverando en todos los tiempos difíciles.

Tú, Mi pequeña Anne, tendrás otro sufrimiento porque este sufrimiento debe ser. Es por el Nuevo Sacerdocio y por la Nueva Iglesia. Dado que se ha hecho tanto daño a Mí y todavía soy tan calumniado hoy en esta Iglesia que todavía existe ahora - una Iglesia remanente - tú también serás calumniado. Pero tú, mi pequeña, también triunfarás. Sin embargo, el sufrimiento te precederá porque Jesús, Mi Hijo, sufrirá en ti. Obtendrás el mayor sufrimiento porque Él ve cuántos no quieren seguir Su deseo y voluntad - la Santa Fiesta Sacrificial. Negarán que solo existe (span style="text-decoration: underline;")una Santa Fiesta Sacrificial. Dirán: "La comunión es lo mismo que la comida sacrificial. Pero es lo contrario, Mis amados hijos de sacerdotes. Celebren solo la Santa Fiesta Sacrificial y serán salvados y podrán entrar en la Nueva Iglesia.

Mis amados hijos de sacerdotes, cuánto anhelo sus almas y cuánto ha sufrido mi pequeña por ustedes. Entren en esta Nueva Iglesia, ¡está abierta para ustedes!

Desde Mellatz, donde está mi santuario, es decir, Mi Casa de Gloria, que Yo, el Padre Celestial, he dado a Mis pequeños, desde este lugar surgirá la Nueva Iglesia. No podrán creerlo porque excederá con creces su intelecto. Es imposible para ustedes entender esto. Pero en esta imposibilidad, Yo, el Padre Celestial, haré todo posible. Se sorprenderán. Hoy han experimentado uno de los milagros. Este es solo un milagro. Pero recuerden que haré maravillas a su alrededor, a su alrededor para que el mundo pueda creer. Ella no cree en Mellatz, ni en la Casa de Gloria. La Casa de Gloria está lista para ustedes, mi pequeño grupo, pero yo determinaré el momento en que irán allí como un grupo de tres.

Los amo inconmensurablemente y en esta última batalla quiero decirles: ¡Aguanten! Exijo lo último de ustedes! Solo existirán cuando obedezcan todos mis deseos. Antes de que Mi Hijo Jesucristo aparezca, ustedes, Mi pequeña, experimentarán todo a través de señales. ¡Ahora deben estar listos para la batalla final!

En ti, Mi pequeña, ya se ha fundado la Nueva Iglesia y en ti también se fundará el Nuevo Sacerdocio. Aguanta, especialmente en el trío, porque tendrán que soportar lo más difícil. Ya han demostrado que pueden soportar lo más pesado.

Los amo inmensamente y quiero abrazarlos como agradecimiento, como agradecimiento por haberme seguido y también luchar la última batalla, aunque será la mayor batalla. ¡Miren a mi queridísima madre! Resistió bajo la cruz. Y así también ustedes podrán soportar con mi queridísima madre.

Ahora los bendigo a todos con amor, bondad, paciencia y gentileza con todos los ángeles y santos, especialmente con Mi queridísima Madre, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Luchen y estén vigilantes, ¡porque la astucia de Satanás es muy grande! Amén.