Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

viernes, 12 de diciembre de 2008

Padre Pío habla en la Capilla de la Gracia en Heroldsbach a través de Su hija Anne.

 

Padre Pío dice: Mis amados hijos, Mis elegidos, Mi amado hijo sacerdotal, os saludo y os bendigo. Continuad por este camino pedregoso. Sufrir persecución, como yo también he sufrido persecución y burla. Esto está destinado para vosotros y para que seáis una bendición en el Poder Divino en vuestro camino santo.

No estéis tristes y afligidos por este tiempo que está a punto de llegar. Estos son días de gracia. Grandes días de gracia vendrán sobre vosotros. En el sufrimiento reconoceréis esto. El sufrimiento es fructífero y el sufrimiento se vuelve fructífero para vosotros. No las alegrías, no los días de bendición son importantes para vosotros, no, los días de sufrimiento. Preparaos también en vuestros corazones para que aprendáis a soportar este sufrimiento y que lo aceptéis agradecidos de la mano de Dios. Cada cruz que recibís es una cruz de gracia y está destinada para vosotros. Nunca la sacudiréis, pues yo tampoco la he sacudido nunca.

Mucho se me ha impuesto: prohibición de confesión, prohibición de medición. He aceptado agradecido todo esto. Durante muchos años tuve que seguir el camino de la persecución. Vosotros también sois hijos de la persecución. Es el tiempo de la persecución y la burla, especialmente aquí en este lugar de gracia, donde la Madre Celestial apareció como la Reina de las Rosas. Ella también hará llover rosas hoy, rosas de gracia, rosas de amor. Entrad en este lugar sagrado. Esta noche el bebé Jesús también hablará. El bebé Jesús apareció en este lugar.

Queridísimo Padre Pío, os agradecemos por haber colocado estas palabras en nuestros corazones. ¡Cuánto podemos agradecer por vuestra bendición sacerdotal y cuánto agradecer que nos hayáis precedido en este camino, el difícil camino del sufrimiento! Él se acerca a todos nosotros. De vosotros sabemos que son cruces de gracia. También sabemos que una cruz nunca puede ser tan pesada que no podamos llevarla. Podemos llamaros y vosotros sufriréis y soportaréis esta cruz con nosotros. Gracias por vuestras amables palabras, por vuestra guía. Amén. - Ahora somos bendecidos por nuestro queridísimo Padre Pío en la Trinidad. Él levanta su mano: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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